El tiempo no pasa en balde y dieciséis años son muchos años para pretender que no ha sucedido nada, que una carrera se puede continuar allí donde se dejó. No cuela. Muchas cosas han pasado desde la edición de su anterior trabajo, “Exit The Dragon” y el tiempo no ha corrido a favor del rock correoso de riff enrollado y facilón. Muchos de los grupos que crecieron bajo la estela e influencia de hermanos mayores como Cheap Trick, Kiss y Aerosmith, han pasado a mejor vida o se arrastran por los escenarios de medio mundo en busca de un fan cuya Harley acumula un dedo de polvo. Nash Kato y Eddie "King" Roeser lo intentan con este “Rock’n Roll Submarine” que tan solo contentará a cuatro de los nostálgicos que corren por ahí, aunque puede que ni a esos. Y no lo hará porque canciones como “Poison Flower” son directamente un horror, indignas de los que un día hicieron saltar la banca de la popularidad gracias a la B.S.O. de Pulp Fiction y a un cover de Neil Diamond. Tampoco una balada algo ramplona como “Quiet Person” provoca que nuestra opinión sobre el disco mejore, y aunque hay destellos de aciertos como la hard-roquera “Effigy”, la vacilona “Little Vice” o el single que da título al álbum, lo cierto es que la sensación general es que al disco le sobra algo de la caspa acumulada a lo largo de más de tres lustros de ausencia.
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