Como sabemos de sobra que lo de evolucionar no va con AC/DC, la pregunta que hay que hacerse al escuchar un nuevo disco de los australianos es, ¿me gustaría si no tuviesen otros diez prácticamente iguales?. La respuesta suele ser sí: su beat es algo tan único, imitable pero inigualable, y hay tanta verdad detrás de su interpretación, que te tienen que pillar muy de malas para que no te apetezca sumergirte un rato en “otro” álbum más de genuino boogie de alta tensión.
En ese sentido, “Rock or Bust” está muy pero que muy bien porque canciones como “Play Ball” o el tema titular son buenos hits, “Hard Times” y “Baptism by fire” inyectan un tonificante ritmo acelerado, “Sweet Candy” tiene coros que mueven multitudes, y sólo hay un bluf manifiesto, el de “Got some rock and roll Thunder”, que suena a descarte de vete tú a saber cuándo.
Si por el contrario nos ponemos exigentes y sacamos la lupa, la cosa es distinta porque hay mucho estándar y las sorpresas refrescantes se pueden contar con los dedos de una mano: “Miss Adventure”, que podría haber firmado un Joe Perry (Aerosmith) en plena forma, “Dogs of War”, que demuestra con autoridad la perenne capacidad del grupo para dar con el inconfundible aroma de los clásicos, y “Rock the house”, con un mortífero riff sureño que le habrá encantado a nuestro Julián Maeso.
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