Tras vivir el que probablemente haya sido su mejor año como grupo (con, tal y como explicábamos en la entrevista publicada en el número anterior, la gira alemana, la grabación de su segunda Peel Session, actuaciones para el recuerdo como las de Sant Feliu o Festimad, etcétera…), el cuarteto catalán The Unfinished Sympathy pone el broche de oro a tan exitoso periplo publicando el que es su mejor disco hasta el momento, ofreciéndonos temas como "This Living Kills", "The Loveless Curse" o "You´ve Got A Long Run" para rubricarlo.
A estas alturas hablar de, comparar con o nombrar a bandas como Jawbreaker o Jets To Brazil, por citar dos posibles referencias, me parece un ejercicio absurdo e innecesario, ya que siguiendo el camino iniciado en su anterior "An Invesment In Logistics", Eric Fuentes y compañía han dado definitivamente con el sonido y las formas que les distancian del resto y les convierten en referencia.
"Rock For Food" es un disco de excelente pop-rock a secas con, curiosamente, ciertas reminiscencias al sonido de bandas de los ochenta como The Police o The Cure, cuya estructura no se diferencia demasiado de su antecesor (mismo número de temas y mismo minutaje), siendo las formas las que consiguen que el grupo se desmarque del pelotón. Y es que estamos ante un disco cuidadísimo, que mima los detalles y repara lo que en el pasado no acabó de brillar como al grupo le hubiese gustado (como el sonido de guitarras, que en su anterior trabajo habían quedado un tanto apagadas). Sin querer desmerecer el excelente trabajo de Santi García y Xavi Navarro, me gustaría saber que hubiese pasado con este magnífico trabajo si la producción hubiese corrido a cargo de profesionales del calibre de Jerry Finn, Mark Trombino o Butch Walker.
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