Mandinga Times

Nada más y nada menos que diez años nos ha hecho esperar Rita Indiana para que pudiéramos degustar nuevas pruebas discográficas de su cosecha.

Producido por Eduardo Cabra, miembro de Calle 13, su reciente trabajo, “Mandinga Times”, emerge como león agazapado en la selva donde la liturgia del ritmo dembow se cruza con teorías de agresión metal. De dicho híbrido, el iconoclasta artista dominicano se hace rabiosamente poético en cada una de estas diez búsquedas de los monstruos que nos asolan y también nos rodean, siempre desde una perspectiva poliédrica de la criatura pop.

En “Como un dragón”, se atreve a mezclar métricas reggaetoneras con guitarras de cadencia post-metal a baja fidelidad. En la titular del álbum, la polirritmia desenfrenada marca un viaje tribal que se asemeja a una carrera por romper la barrera de los bpm’s, tal como los alemanes Atari Teenage Riot hicieron en su momento sobre raíles de pulsión bávara.

En “El flaco de la mancha”, la ambientación india se parece mezclar con la genética imprevisible, orgánica, de los santos preceptos definidos por Arca. Este es uno de los momentos más lúcidos de semejante arco iris sónico, preñado de más hallazgos, tal que en las dinámicas industriales digitalizadas que pueblan hasta el último centímetro de “El Zahir”. Esta es una muestra inequívoca del latido indomable que mueve cada uno de los impulsos creativos que emergen en tan imprevisible macedonia estilística, también capaz de adentrarnos en caligrafías tropicalistas, condimentadas con ráfagas electro, como en “Ensalmo” para luego adentrarnos en una muestra de corazón en pecho de la canción melódica folclórica.

En definitiva, estamos ante la viva representación de la rama aprovechable de lo que conocemos hoy en día como pop global. Ingeniería del caos para la cual la caligrafía queer se tiñe de su correspondiente dosis sci-fi en clave crítica. Se mire por donde se mire, un alien a descubrir en esta era de (nuevas) normalidades más normales de lo normal.