"Hold The Girl", el segundo disco de Rina Sawayama es un disco ambicioso, algo que siempre me gusta, pero en este caso resulta excesivo, Sawayama quiere contentar en un mismo disco a los fans de Britney Spears con los de Nine Inch Nails y eso es bastante difícil, queriendo sonar íntima y, a la vez, épica, en un trabajo que quiere ser para la niña pequeña que fue y también para la estrella del pop que, seguro, será, pero, en el intento de contentar a ambas, se queda en el medio.
Pero tengo que decir que puede que las expectativas jueguen en su contra, su primer disco, sencillamente titulado "SAWAYAMA", era también abrumador pero estaba más centrado, sus referencias eran más claras, lo suyo eran estribillos de puro pop de comienzos del siglo XXI y guitarrazos nu metal, una mezcla que le salió la mar de bien. Aquí Sawayama redobla su apuesta y mete pop punk, ópera rock, baladas para corear en estadios o trance. En un caldo en el que caben Shania Twain, Meat Loaf o Lady Gaga.
Aun así el inicio del disco es magnífico, “MInor Feelings”, que sirve como introducción es engañosa en cuanto al contenido del disco, es una canción suave y sofisticada, casi mística, con una letra reflexiva en la que Sawayama parece mirar dentro de sí misma, la forma en la que se desvanece en la canción titular es maravillosa, siendo esta otro de los grandes momentos del mismo, cuerdas disco mezclándose con guitarras acústicas, toques glitch y un estribillo que se queda marcado. Además ya marca la línea argumental del disco, hablando sobre la niña que fue, aceptando que, en cierto modo, sigue siendo ella: "Entonces recuerdo de quién estoy hecha realmente / Y ella ha estado escondida, esperando todo el tiempo". Eso sí, aquí ya se puede ver la enorme ambición del disco, tanto en la producción como en su forma de cantar y es que Sawayama tiene una voz magnífica pero, a veces, se pierde en innecesarios gorgoritos Céline Dionescos.
Hablando de estrellas de pop, Sawayama no esconde la enorme influencia de Shania Twain en “This Hell”, posiblemente el mejor sencillo del disco, un tema country pop con un estribillo irresistible y una letra que se convierte en un himno a favor de los derechos LGBTQ+: "Saw a poster on the corner opposite the motel, Turns out I’m going to hell if I keep on being myself (Vi un póster en la esquina enfrente del motel, resulta que voy a ir directa al infierno si continuo siendo yo misma)". En cambio “Catch Me In The Air”, la canción sobre su madre soltera, resulta un poco saturada, sobre todo con ese estribillo.
Mucho mejor es “Forgiveness”, una balada de carácter psicodélico que se rompe en un estribillo de rock de estadio, líricamente no rehúye el hecho de que la aceptación no es un proceso lineal: "El perdón es un camino sinuoso". Otro triunfo es “Imagining”, que suena rompedora, logrando una mezcla entre house, Charli XCX y The Weeknd. También funciona a la perfección otro de los momentos más contenidos del disco, “Send My Love To John”, una evocadora balada acústica en la que Sawayama se pone en la piel de una madre que se arrepiente de cómo trató a su hijo homosexual: "Y siento las cosas que he hecho / Un amor equivocado para mi único hijo". A veces menos, es más.
Pero, a pesar de algunos baches, "Hold the Girl" está lleno de pasión y reflexión, con varias canciones notables en el mismo, sin embargo, en otros momentos suena recargado y, lo que es peor, cargante, como en el final con “To Be Alive” o en “Hurricanes”, una canción con demasiada sacarina, que podría servir de sintonía para un 'remake' de "Sensación de vivir". Una pena porque este disco tiene suficientes pruebas de que Sawayama tiene en ella un gran disco, como demuestra el trío de ases que abre el disco, pero todavía no lo ha conseguido. "Hold The Girl" es un disco notable con buenas canciones y una cohesión lírica que no se nota tanto en lo musical, resultando en una obra que se queda a medio camino entre buscar el beneplácito artístico y las listas de venta.
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