Demostración de poder, genio y facultades, el primer disco de IAM en cinco años es el revulsivo que necesitaba el hip hop francés, inmerso desde hace tiempo en una crisis de valores creativos e ideológicos de primer orden, para recuperar el crédito perdido.
Aunque sus miembros habían mantenido en activo el nombre del grupo con mayor o menor acierto (Akhenaton, Freeman o Shurik’n han brillado en sus álbumes en solitario; no tanto Kheops e Imhotep), lo cierto es que han tenido que volver todos juntos para certificar el reinado absoluto de su discurso en el ámbito del hip-hop europeo. “Revoir Un Printemps”, indispensable obra maestra del género de 2003, pone de manifiesto que no hay banda en el viejo continente que sepa tratar con tanta elegancia, sensibilidad y respeto el factor emotivo en el engranaje rap. La melancolía marsellesa aflora con fuerza en un ejercicio descomunal de madurez sonora y radicalidad lírica que cuenta con la presencia de Method Man, Redman, Beyoncé o Syleena Johnson como grandes y estelares colaboraciones. Poderoso y revelador, el retorno de IAM ya es, a día de hoy, una de las noticias del año.
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