Ellos mismos nos lo reconocen: han nacido para ser ricos porque se lo merecen. Otro cantar es que ganen tanta pasta con la música. Tres años después de su último disco, dignos son de reverencia el ahora trío bizkaino (Álvaro “King” Martínez, “El Reverendo” Igor García y Javier Caballero), predicadores desde hace casi veinte años del boogie-rock-and-surf- billy, las bolas ocho, los coches customizados y las timbas con partidas de cartas (marcadas) con el Diablo. Empiezan cabalgando a lomos de Link Wray, retumbando, con 10 temas que prenden fuego, no al piano de Jerry Lee Lewis pero sí al hammond de su cantante, para trotar en una segunda parte del elepé superior a la primera mientras rememoran de manera implícita a cualquier acorde de la era dorada del rock de los cincuenta y el revival de los ochenta.
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