Revelling Reckoning

Se ha dejado llevar. Por su propio talento, por la inspiración que la lleva a alcanzar cotas a las que muy pocos llegan y por un amor desmedido por la vida, por su música y por todo lo que le rodea. Así es muy fácil trabajar, especialmente cuando esa tarea le llena a uno de enorme felicidad. La honestidad y la sinceridad la marcan como persona y eso se refleja en cada una de las notas que se desprenden de su amplio y magnífico cancionero. DiFranco se ha consagrado y no necesita llegar a un público más numeroso. Ahora, más que nunca, hace lo que le place. Por eso es capaz de moverse por cualquier terreno con una soltura que no conoce precedentes, tanto cuando se tiñe de oscuridad para emular a los grandes del soul, cuando un saxo le da ritmo y la obliga a mover la cadera al son del funk e incluso cuando echa mano de un recurso tan atractivo y ardiente como lo son las percusiones brasileiras tocadas por la varita mágica de alguien que no es fan de nada en concreto, pero que no evita acercarse a todo consiguiendo convertirse en una creadora indispensable y reivindicativa. Porque así es DiFranco, una artista capaz de recurrir a una lánguida trompeta jazzística o a una guitarra acústica cuando el momento lo requiere y conmovernos. Claro que también se le puede aplicar aquello del que mucho abarca poco aprieta y eso es lo peor que se puede decir de este disco