Rennen

Apenas han pasado dos años y medio desde “Tremor”, debut del británico Christopher Taylor como SOHN para el prestigioso sello británico 4AD. Su electrónica clínica, algo fría y preciosista se asoció entonces a nombres del prestigio de un James Blake, lo que le sirvió para mezclar a gente como Lana del Rey.

En este tiempo la vida personal de Taylor se ha acelerado de manera radical: el compositor y productor se ha mudado de Viena a Los Angeles -no se me ocurre un cambio más extremo de residencia-, se ha casado y espera su primer hijo. “Rennen” (“carrera” en alemán) hace referencia precisamente a los cambios vertiginosos que Taylor ha vivido en tan corto periodo de tiempo: “Me encontré corriendo todo el tiempo, con esa increíble sensación borrosa de ver el mundo entero irse. Pasé de experiencia a experiencia siempre diciendo sí”. Bucear en su propia intensidad vital le ha servido para encontrar unas composiciones que ni siquiera sabía que estaban ahí, con un sonido diferente.

No es casual que el blues electrónico minimalista con estribillos rotundos de “Hard Liquor” o el single “Conrad”, que puede evocar a unos Algiers más amables, o incluso a los últimos Wild Beasts, aunque sin su visceralidad, dé inicio a un disco en el que Taylor intenta conciliar un sustrato tradicional con sonidos sintéticos abstractos.“Rennen” tiene un tono de elegante R&B electrónico con cierto regusto al género en los ochenta, en el que la delicada voz de Taylor y sus melodías vocales prevalecen sobre las bases y los sintetizadores, que toman protagonismo en momentos puntuales. El resultado no pasa en casi ningún momento de la corrección -en los momentos de falsete se queda a dos pasos del exceso de azúcar-, pero sería injusto no tenerle en cuenta en el futuro.

Dicho esto, no deja de sorprenderme que el sello que ha albergado a glorias de lo excesivo y lo personal en el mejor sentido, apueste por este tipo de propuestas tan musicalmente inocuas. El signo de los tiempos, debe ser.