Comienza su conspiración para dominar el mundo. Avisados están. Estos cuatro esqueletos hawaianos han decidido expandir su maléfico plan desde Barcelona, tienen sed de venganza y prometen no detenerles nada ni nadie.
Influenciados por bandas como The Shadows, Straitjackets o los Satan´s Pilgrims, los cuatro engalanados fantasmas tiran de un surf‘n’roll instrumental cargado de un mensaje que invita al oyente a unirse a la cruzada del Gran Dios Tiki. El Bravo, El Beat, El Kahuna y El Caníbal regresan de la tumba con doce temas bajo el brazo, abriendo con una macabra invocación a Tiki y un aviso de su plan. A partir de ahí, frenéticos ritmos y alusiones a olas como las de Biarritz en la que es una fílmica balada o a la de Mundaka, la más rockera de las piezas se suceden, teniendo en temas como el salvaje “Vulcan” alguno de sus mejores momentos. No acabo de tener claro si la posesión infernal ha llegado a tocar a Hans Ananda, responsable, junto a los esqueletos, de la producción de este trabajo, pero, bajo hechizo o no, el resultado final del disco es más que satisfactorio.
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