“Daniel” es el sexto disco de Real Estate. Remarco esto porque el sexto disco de una banda o un artista ya solo suele importarle a los fans de esa banda o artista, especialmente si el cuarto y quinto disco de esa banda han sido, siendo claros, decepcionantes, como es el caso que nos ocupa. A estas alturas a nadie le van a dar un premio por descubrir a esa banda y ese sexto disco suele confirmar la decadencia.
Pero es que, en este caso, Real Estate han sacado el que posiblemente sea el mejor disco de su carrera o, si se prefiere, su mejor colección de canciones, un disco que recoge la antorcha de sus mejores trabajos, “Days” y “Atlas”, con sus melodías brillantes y melancólicas y sus guitarras “jangle” y lo mejora con un poso más clásico, ligeros toques country (¡esa pedal steel!), el mejor sonido de su carrera y una madurez que les sienta estupendamente.
Aunque seamos claros, “Daniel” no es un disco para cambiarte la vida, como tampoco lo eran "Days"(11) o "Atlas" (14), pero sí un disco que te la puede hacer más amena, no hay grandes profundidades líricas, sino más bien un escapismo feliz (aunque no naif) que no viene mal en los tiempos que corren. Pero, a nivel compositivo y de melodías, estamos ante su mejor momento, aquí casi no hay relleno y las cuatro primeras canciones del disco se encuentran entre lo mejor de su carrera.
Es como si a su fórmula jangle de toda la vida le hubieran metido un poco de country rock y ligeras dosis de psicodelia, piénsese en este disco como una amalgama de los primeros The Shins, los grupos de Elephant 6, Beachwood Sparks, todo ello producido por el responsable del "Golden Hour" (18) de Kacey Musgraves, algo esto último que es cierto siendo Daniel Tashian el productor, elección que se debe a que la hija de Martin Courtney –líder de Real Estate– idolatraba el disco de Musgraves.
Como decía, las cuatro primeras canciones ("Somebody New" y los tres sencillos de adelanto "Water Underground", "Haunted Street" y "Flowers"), son el póker de ases del disco, pero el resto no está tampoco nada mal, "Interior" va creciendo poco a poco, viniéndonos a la mente los Beatles de "Abbey Road" y el George Harrison de "All Things Must Pass", es puro pop rock clásico, melodías que parecen sencillas pero no lo son, como esas caricias de verano, y con esa gran pedal steel al final. Suena más clásico, más orgánico, como si estuvieran tocando todos juntos en la misma habitación.
En la segunda cara, después de centrarse totalmente en las canciones al final se dejan llevar un poco, primero en la notable "Market Street", con un punto Buffalo Springfield y hasta un solo propio de Neil Young, o en la canción final, "You Are Here", en la que el alargado final instrumental se puede ver como una especie de guiño a Grateful Dead.
En definitiva, Real Estate han vuelto por sus fueros y han entregado un disco notable que, lamentablemente, nadie va a escuchar con los mismos oídos que "Days", porque ya son una banda veterana, porque ya no son “cool” (aunque probablemente nunca lo fueron) o porque su indie jangle esté más fuera de foco que nunca, pero, aun así, nunca han sonado mejor.
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