El nuevo disco de HEALTH llega sólo año y medio después de “Disco4: Part II” (Loma Vista, 22), y vuelve a mostrar las habituales maneras con la que se concreta la faceta creativa del grupo californiano, manejado con aparente soltura entre sonidos industriales, rock pesado, emo, electrónica y post-punk de última generación. Sucede en una serie de doce canciones de trazo grueso y contenido abrasivo, que apenas abandonan esa tónica predominante para optar, a cambio, por permanecer (e incidir) en la senda en cuestión a lo largo de cuarenta herméticos minutos.
En el que es ya su sexto álbum de estudio, el combo formado por Benjamin Jared Miller, Jake Duzsik y John Famiglietti se recrea, con poco disimulo, en torno a esa dualidad derivada del contraste entre la que es su más que consistente instrumentación, el aparente sentimiento latente en sus letras y la ejecución vocal de Duzsik. Una mezcla de estados que, durante buena parte del presente trabajo, no termina de resultar del todo creíble y apunta a algunos tópicos manidos. Sucede con piezas de oscuridad manifiesta volcada en épica del tipo de “CHILDREN OF SORROW”, “ASHAMED”, los singles “DEMIGODS” o “UNLOVED”, “CRACK METAL” o el acercamiento al metal de “SICKO” y “DSM-V”.
“RAT WARS” (23) es un disco ataviado con buen sonido que, precisamente, realza las peculiaridades que la formación pretende sacar a la superficie y poner al alcance de cualquier oyente; y también protagonizado por canciones aceptables, pero que al mismo tiempo no puede evitar la pose desgastada y el aroma intermitente a refrito. Una referencia que no termina de calar y se sitúa bastante lejos de la convicción mostrada por obras previas de la banda norteamericana, tal y como sucedía con su debut homónimo de 2007 o “Get Color” (Lovepump United, 09).
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