Como unos Damon y Naomi con sonido más austero y limpio, el dúo guipuzcoano apaga la luz y dibuja sueños que invitan a viajar, como en la típica película de terror distópico, a ese lugar posiblemente imaginario y libre de pesadillas víricas.
"Being A Jerk Tonight" nos recibe con amabilidad en el vestíbulo de su refugio semiabandonado, fuera del alcance de miradas acusadoras. Ritmo tranquilo y voz arrebatadora para empezar a soñar a lo grande. La guitarra acústica de "My Bad, I Think Too Much" marca la pauta de un tempo sobrio, y mantiene un bonito y corto idilio con un silbido que pasaba por allí. Menos de dos minutos de canción para describir sentimientos que se antojan urgentes y agridulces. "Once In A Blue Moon" se desliza sinuosa e inquietante, creando una atmósfera ideal para una road movie nocturna, lluviosa y extrañamente acogedora. Dentro del buen nivel de todo el disco, seguramente suponga el momento cumbre del mismo. La sombra de Portishead se adivina a lo lejos, aullando en silencio bajo la luz de la luna. "Red Scrunchie" ralentiza el paso y nos envuelve con esa dulzura característica, presente en todos los temas, y que aquí se muestra algo más acentuada. "Eunoia" transita chispeante y optimista, materializando un 'in crescendo' muy destacable. Las primeras estrofas de la letra dan paso a una especie de estribillo que no ha venido para quedarse, sino que decide retirarse en la cumbre y ceder el testigo a una deliciosa transición instrumental y a unos etéreos coros finales. Bellos pensamientos es lo que necesitamos. Nostalgia de épocas pasadas que no llegamos a vivir, es decir "Anemoia". Curioso término empleado para bautizar otra píldora sonora de inconformismo asumible. Otra joyita que se muestra orgullosa es "This Flower Wants To Feel Alive". La guitarra eléctrica arropa, y de qué manera, a la voz de Andrea, más vulnerable y desesperada en esta ocasión. Grito contenido de supervivencia lanzado al vacío de la indiferencia. Cierra la función "Roxie". Balada semidesnuda realzada con pinceladas de un sintetizador que aparece y desaparece con idéntica discreción, de puntillas y sin reclamar protagonismo.
Deliciosa grabación casera para afrontar el futuro con una mueca parecida a una sonrisa.
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