Only In My Dreams

El grupo all-star Rambalaya, formado por miembros de Los Mambo Jambo, A Contra Blues, Koko-Jean & The Tonics y Los Saxofonistas Salvajes, vuelve a la carga con su segundo largo, un “Only In My Dreams” (23) que rezuma por cada surco el espíritu indomable y elegante del mismísimo Roy Orbison. Once cuidadísimas piezas que, con el rhythm & blues por bandera, podrían ser la guinda sonora perfecta para más de una escena de grandes clásicos cinematográficos, con resplandecientes arreglos instrumentales y orquestales a cada paso.

Al omnipresente e incombustible Anton Jarl (batería y principal compositor de la banda) al mando, flanqueado por los titulares Jonathan Herrero (voz), Héctor Martín (guitarra), Matías Míguez (bajo), Gerard Nieto (piano y hammond), Pol Prats (saxo tenor y barítono) y David Pastor (trompeta), se unen en varias pistas de este “Only In My Dreams” rebosante de matices: Àlex López (trompeta) y Albert Sabater (percusión), además de la Barcelona Rock Strings y The Gourmets.

Del evocador aroma a western-fronterizo que dibujan los vientos en la inicial “Cry”, con Jonathan Herrero (Tom Jones y Elvis bajo las alas) dejando claro desde el primer momento que su voz solo conoce límites para hacerlos añicos, al groove rompecaderas de “When Your Chicken Come Home To Roost”, para desembocar en el tema titular, “Only In My Dreams”, una bellísima y vibrante balada, de esas que dejan marcan y coronan el baile pegado en la fiesta (americana) de graduación. Los brillantes arreglos crecen y crecen hasta estallar una y otra vez, con la banda al completo fundiéndose y Jonathan mirando a los ojos a “The Big O” y Chris Isaak sin parpadear.

Esa reluciente Jukebox de película que tienes en mente, sigue sonando y la eclecticidad y swing camaleónico de Rambalaya deja toda sombra vencida con los aullidos bluseros de “Cabin Fever” (a medio camino de la Creedence y Howling Wolf), los ritmos latinos de “Rider With No Head” (regusto a Santana) o el extra de tex-mex y rock & roll en vena de “Second Date” (Ritchie Valens y Los Lobos in the air), pasando por alegría rítmica y festiva de “Expiration Date” (con Charles Mingus en un humeante club o taberna quemando las naves, jarra de cerveza en mano).

Antes, la épica e intensidad sesentera que empapa las raíces de Rambalaya, vuelve a parar el tiempo con “Until I See You Again” y, en un penúltimo asalto, nos elevamos al cielo bajo el sudoroso trance góspel de “Lonesome Land” (Gourmets Vocal Quartet inda house), una celebración espiritual y espirituosa que nos invita a vivir cada instante como si fuera el último, a la que nos sumamos haciendo palmas sin pensarlo.