Conocimos a John Grant como vocalista de ese grupo magnético y de difícil etiquetado que fue The Czars. Tras la disolución, Grant se mudó de ciudad y acompañó a ratos a The Flaming Lips y Midlake, quienes hace dos años le ofrecieron ser banda en su primer disco en solitario. El resultado es “Queen Of Denmark”, un trabajo bellísimo, por momentos carpetovetónico, realizado sin ningún miedo a sonar bien y cantado como lo cantaría un ángel drogado. Grant posee una voz tan pura que emite señales equívocas, tal como hacía la voz de Gram Parsons (“Sigourney Weaver”, ¿tira hacia el “Tuesday’s Gone” de Lynyrd Skynyrd o hacia el “Let It Flow” de Clapton?). De ensoñadora melancolía, potenciada por el sello pastoral de la instrumentación de Midlake (es comenzar “TC And Honeybear” y la taquicardia amenaza con desatarse), el disco sale al recreo varias veces (“Chicken Bones”, “Jesus Hates Faggots”) pero acaba por apostar por lo que apuesta de primeras, por volarnos os sesos a base de canciones demoledoras (“It’s Easier”, “Queen Of Denmark”), de ésas que sólo puedes escuchar dos o tres cada día. Clásico.
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