Qualm

A través de este "Qualm", que es su segundo álbum de estudio tras "Discreet Desires" de 2015 y una larga lista de Ep’s, singles y mixes, la DJ y productora alemana Helena Hauff se desmarca completamente de la hipsteriana vertiente technoide –cuya máxima parece ser que suene perfecto por encima de que sea bueno- que asola el clubbing desde hace ya demasiado tiempo. Huyendo de cualquier contaminación estilística y tendenciosa, esta joven artista de Hamburgo se perfila como una rara avis dentro de este mundillo de la electrónica en el que lo femenino sigue siendo algo residual y hasta desgraciadamente marginado. El caso es que la teutona apuesta valiente por una colección de temas techno y electro, con chutes de acid y pellizcos de ambient, en la que todo suena de verdad, sin trampa ni cartón. El sonido le sale así desde las tripas y desde su intrínseca crudeza, aridez y un libérrimo sentido de lo que es y debe ser. El techno de Hauff gruñe, mancha y encanta, esa es su máxima e imposible virtud.

Hauff ha hecho el disco que le ha salido de la mismísima entrepierna y a los capos del mítico sellote Ninja Tune les ha parecido estupendo (¡cómo debe de ser!). Seguramente, de este notable elenco de temas atemporales, marcianos y distorsionados, sea obligatorio destacar la acidez tóxica de "Lifestyle Guru", el disloque fanfárrico y retorcido de "Barrow Boot Boys" y la bronca ravera, pastillera y sintética de ese "Hyper-Intelligent Genetically Enriched Cyborg" que es capaz de poner a punto de ebullición tanto a los herederos del “sindicato de la trucha” como a los que lo flipan con sonidos -de aspecto herrumbroso y hasta lo-fi- pero que solo son capaces de haber sido pergeñados mirando al futuro. Bien Helena; ahora, lo quieras o no, ya eres una de las nuestras.