Q36

Quince años separaron “Seven More Minutes” (Maverick, 99) de “Lost In Alphaville” (Polyvinyl, 14), tercera y última entrega hasta este nuevo doble álbum del exbajista de Weezer, Matt Sharp. Entre medias, salida de multinacional, pleito por los royalties con sus ex y un incesante desfile de miembros (más de una veintena) que sorprende más aún teniendo en cuenta su exigua producción. Que Sharp se autoedite el cuarto larga duración de The Rentals dice mucho sobre el abismo que separa nuestra época de aquellos noventa. En todo caso, reaparecen en formato mínimo de trío con unos créditos que prometen: acompañan a nuestro hombre Nick Zinner, imaginativo guitarrista de los poco reivindicados Yeah Yeah Yeahs, y Ronnie Vanucci (The Killers) a la batería. Dave Fridmann (Mogwai, The Flaming Lips, Mercury Rev) se encarga de mezclar sus nuevas canciones, aportando su sello habitual.

“Q36” es un trabajo desmesurado, barroco, excesivo. Son dieciséis cortes que suman más de una hora de duración, en los que Sharp, en pos de su obra definitiva, despliega un festín demasiado abundante de estilos, colores y sonidos bajo el paraguas de una psicodelia amable que aúna electrónica pop juguetona (“Spaceships”, “Invasion Night”), riffs de cemento armado (“Forgotten Astronaut”), college indie de estribillo eufórico (el single “Conspiracy”, “Information (And The Island In The Sky”), espíritu juvenil (“Nowhere Girl”, “Great Big Blue”) o alguna delicadeza acústica (“9th Configuration”). Referencias espaciales cincuenteras de cosmonautas, futurismo, naves e invasiones pueblan sus letras. Aunque le lastra una poco disimulada autocomplacencia, Sharp se guarda la estupenda (aunque interminable) “Elon Musk Is Making Me Sad” para el final. El balance de su obra más ambiciosa muestra a un compositor bastante más inspirado que los tristes Weezer actuales, pero encantado de conocerse.