The Golden Life


Pulley es una esas grandes bandas -a veces tristemente olvidada- del punk californiano de los años noventa. Junto a Lagwagon, NOFX, Pennywise, Face To Face o los desaparecidos No Use For A Name fue parte de una escena todavía viva en la que inicialmente se mezcló la influencia del hardcore de los 80's y la cultura del skate con el influjo de la situación geográfica del estado más poblado del país del Tío Sam en el que Black Flag, Bad Religion, Circle Jerks, The Germs, Dead Kennedys o Descendents habían puesto su semilla con anterioridad.

La carrera de casi 30 años de Pulley no ha contado con demasiadas referencias discográficas como es el caso de algunos de sus colegas y no ha sido demasiado constante. "No Change In The Weather" (16) fue el primer disco que el grupo grabó tras doce años sin pisar el estudio y este "The Golden Life" supone su séptimo LP y primero en más de un lustro. Los músicos con base en Simi Valley liderados por el ex-pitcher de béisbol profesional Scott Radinsky -también culpable de la creación de Teen Foot Pole, grupo del que fue expulsado- traen con este nuevo trabajo 12 nuevos temas en los que, como ya es habitual, la melodía prima frente a la rapidez y agresividad.

El recorrido de 35 minutos por "The Golden Life" es una muestra clara de que todavía se puede hacer punk como en los años dorados en los que el género se hizo más comercial aun teniendo en cuenta que todavía queda cierto poso de redundancia tras varias escuchas debido, en parte, a que las ganas de continuar de la banda parecen limitarse más a algo para pasar el rato más que a algo a tiempo completo que ganaría con un poco más de originalidad. Aun con ello, dejan unas cuantas canciones más que decentes para añadir a su futuro repertorio de conciertos que pasará este mes de mayo por España y el resto de Europa en el que compartirán cartel con Bad Religion y Pennywise antes de partir hacia Canadá.

Si bien gran parte de las canciones de este nuevo álbum pueden pasar desapercibidas por ir demasiado sobre seguro o por ser menos inspiradas, otras como las cercanas al pop punk "Repeat Offender", "Wake Up" y "Sad Song" o las más aceleradas "Two Winds", "Northbound" con su predominio guitarrero y "Transmigration" dejan un buen sabor de boca que se intensifica al ponerte en una hipotética situación donde el calor veraniego y la nostalgia de la juventud se convierten en un recuerdo reflexivo y bello, aunque este ya esté muy lejos y tú ya estés contando canas y arrugas. Algo así como eso que se siente solamente en los reencuentros más esperados, donde las cosas continúan en un compartimento estanco de la memoria que te hacen rejuvenecer el espíritu.

"The Golden Life" tiene, en definitiva, algunos ratos muy gratificantes en los que se cuentan historias cotidianas con las que cualquier persona se puede sentir identificada y que culminan en una positividad sin vueltas de rosca ni empalagues. Muchas bandas del estilo pecan cayendo en clichés horteras y edulcorados en demasía dentro de esta rama melódica del punk y hardcore pareciendo que están haciendo el papelón de su vida al no aceptar el paso del tiempo, pero no es el caso de Pulley. Sí que es verdad que hay cosas que se repiten (para bien y para mal), pero el plus lo marca esa forma de sobrellevar el tiempo con madurez sin renunciar al sonido clásico.