El cuarto trabajo de los británicos Pulled Apart By Horses, "The Haze", está recibiendo unas críticas excelentes por parte de la prensa especializada de su país e incluso se ha colado en las listas. El motivo está claro: aquí hay canciones redondas y tremendamente pegadizas.
El cuarteto de Leeds, formado en el 2007, hace tiempo que se ha relajado musicalmente hablando. Su primer trabajo, un homónimo genial publicado por Trangressive Records en el 2010, era (y me sigue pareciendo) una muy meritoria locura de difícil digestión, una colección de quiebros imposibles, partes intrincadas y momentos rompedores. Entonces parecían empeñados en demostrar en todo momento lo buenos que son, porque lo son, y les sirvió para llamar la atención del público alternativo y girar con bandas de primer nivel como Muse y Biffy Clyro.
Con el tercer trabajo "Blood", publicado por ellos mismos, se desmarcaron de la corriente más post y enrevesada del rock, con temas alternativos y despreocupados, mucho más primitivos e inmediatos como mis favoritas "Hot Squash" y "Lizard Baby", dos piezas de grunge pop deliciosas en la onda de Nirvana y Pixies. En esa misma línea se encuentra el presente "The Haze", un trabajo compensado y bastante heterogéneo con muchos momentos que no puedo quitarme de la cabeza. Pienso en el ritmo entrecortado de "Hotel Motivation" con los Queens of the Stone Age merodeando, los aullidos alargados de "Prince of Meats", el deletreo adictivo de "Flash Lads" y el estribillo pesado de "My Evil Twin". Como curiosidad, el riff del noveno corte –cuyo título no puedo reproducir con mi teclado porque está en chino o japonés– me recuerda sospechosamente a "Something from nothing" de los Foo Fighters. ¿Homenaje o broma? Sea como sea, un disco altamente recomendable.
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