Festering

Andrés Costureras concentra en “Festering” todos sus demonios y su capacidad de superación para sanar a través de la música. Este nuevo álbum llega como un auténtico meteorito que arrasa con todas aquellas paredes que bloqueaban al artista a la hora de exponer en su arte su lado más personal. Una vez más, la valentía de la autoedición le hace completamente libre a la hora de tratar este lanzamiento como una auténtica necesidad creativa. Recurre a su adorado synth-pop ochentero, y lo enfrenta a una esencia más 90s, para disfrazar letras tremendamente crudas que salen de la oscuridad más profunda, pero que por suerte también hablan de luz y superación.

Pshycotic Beats siente que este álbum es como una serie de cartas a su niñez como advertencia a una sociedad que no se lo piensa poner nada fácil. Profundiza en las grandes barreras que nos colocan a la hora de desarrollar nuestra verdadera personalidad como seres humanos y cómo los problemas de salud mental se han convertido en un básico de nuestro presente. “Festering” es un auténtico nuevo renacer, un disco con el que a través de melodías de pop luminoso nos coloca en una situación de empoderamiento y lucha completamente necesaria para poder seguir adelante. Sin embargo, también es un disco de meditación y un golpe de realidad. Ya que en cada letra Costureras se lamenta de lo que no pudo ser, a veces incluso agoniza por el dolor, y plasma esa gigantesca depresión que sufrió en el año 2018. Cómo se sintió completamente perdido, devorado por el tiempo, y lo necesario que es a veces parar, echar el freno, mirarnos a los ojos, darnos un abrazo y decirnos que todo va a salir bien.

Dividido en dos marcados bloques sonoros, este nuevo álbum comienza cargado de energía y arrasando como una enorme manta de lava que sólo quiere pasárselo bien, gritar y poder respirar de nuevo. Ahí entran en juego temas como “Hammering Noises” en el que conforme avanza la canción sientes que el artista se va quitando capas y capas de su pasado para terminar sintiéndose al fin libre. Al otro lado, Costureras nos muestra cómo esa manta de lava ha dejado todo lleno de cenizas para que vuelva a florecer de ella una nueva vida. Desarrolla así su lado más introspectivo para hablar desde el dolor y la soledad con beats mucho más duros (“The Year Time Stood Still”). Busca hacernos meditar e indagar en lo más profundo de nuestro ser para generar en nosotros nuevas reacciones más allá de sacarnos a bailar a la pista. Se podría hablar incluso de una representación en el álbum de dos claras formas de terapia a la hora de superar los terribles obstáculos que nos coloca la vida. Por un lado, el tratar de despejar la mente de una forma más frívola escapando por momentos y no pensando todo el tiempo en cada golpe que sentimos. Por el otro, el introducirse de verdad en cada herida para pulir cada motivo por la que se ha creado, comprenderlas y buscar la cura definitiva.

En resumen, “Festering” es un álbum para dar visibilidad a una situación que en muchas ocasiones no queremos ver. Cómo como sociedad nos estamos deshumanizando cada vez más y esto deriva en multitud de problemas relacionados con la salud mental. Sin embargo, seguimos sin darle la importancia suficiente a dar la mano a todos aquellos que necesitan un empujón para encontrar el equilibrio. Y, además, no se termina de romper esa barrera que hay de ver cada tratamiento para una correcta salud mental casi como un lujo. Es un disco que recurre al pasado, a la nostalgia de un sonido muy específico para trasladarnos a una realidad mucho más apetecible. Pero, a su vez refleja muy bien las consecuencias derivadas en el presente de toda una generación que no termina de encajar en el ritmo y desarrollo al que se han visto sometidos. Una obra con la que Pshycotic Beats vuelve a dar un paso al frente a nivel artístico priorizando su desarrollo creativo por encima de cualquier tendencia de mercado.