Enfrentarse a un nuevo trabajo de Primal Scream implica siempre comprobar si en su contenido predomina el rock clásico y sudoroso o, por el contrario, la banda ha empapado sus canciones en electrónica y sintetizadores. “Chaosmosis” (1st International/[PIAS], 16) es, ante todo, un disco generosamente variado y capaz de albergar diferentes estilos sin complejos ni la más mínima preocupación, pero donde la tecnología prevalece claramente por encima de las guitarras. El undécimo disco de estudio de los escoceses es un trabajo ampliamente accesible y más luminoso e incluso amable que su antecesor, ese fantástico “More Light” (1st International, 13) con el que la banda regresó a lo grande tras cinco años de silencio.
Pero al mismo tiempo (o quizá precisamente por eso) el álbum también resulta bastante más inofensivo y prescindible que aquél, tras sacrificar altas dosis de turbación e inquietud. La nueva entrega de la formación es apta para un público general, alejada por tanto de lo visceral, e incluye un buen número de composiciones propicias para el baile en cualquier salida nocturna, caso de “Where The Light Gets In” o una “Golden Rope” deudora de Happy Mondays. También ocurre con la inicial “Trippin On Your Love”, que remite tangencialmente a “Screamadelica” (Sire, 91), mientras que “100% Or Nothing” o “Autumn In Paradise” muestran sin tapujos la influencia de New Order. Por su parte, el pop difuminado de “Feeling Like A Demon Again” y “I Can Change” parece sacado de “Beautiful Future” (Warner, 08) (quizá la obra con un sonido global más cercano al presente lanzamiento), mientras que la nerviosa “When The Blackout Meets The Fallout” bien podría haber pertenecido al acelerado “Evil Heat” (Columbia, 02).
El disco cuenta además con colaboraciones femeninas tan del gusto de Bobby Gillespie, caso de Sky Ferreira, Danielle, Este y Alana (de Haim) o Rachel Zeffira (de Cat’s Eyes), dispuestas a la hora de sumar duetos efectivos con el carismático vocalista. Una retahíla de colaboraciones que se completa con la presencia, más bien anecdótica, del ex Oasis Noel Gallagher. “Chaosmosis” (1st International/[PIAS], 16) se sitúa por debajo de otros elepés más o menos recientes del grupo como “Riot City Blues” (Columbia, 06) y por supuesto el mencionado “More Light” (1st International, 13), lo que no impide que cuente entre sus piezas con claros aciertos elevando la media.
Suficiente bagaje para convencer al seguidor fiel, sobre todo al mantener la inconfundible impronta de Primal Scream: el combo continúa luciendo suficientemente vanguardista y actual, perdurando también el natural toque macarra. Es la consecuencia de contar un líder eléctrico, excéntrico y empático como Gillespie, cuya pasión y extrema inquietud siguen siendo capaces de enganchar directamente con el oyente. Así ha sido de manera ininterrumpida desde hace treinta años, y cabe extraer la conclusión de que los británicos permanecen vigentes y creíbles, aunque en algunas ocasiones resulten más certeros y arriesgados que en otras.
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