Wild Beasts destilan ambición y confianza a lo largo de un cuarto álbum con el que presentan sólida (y definitiva) candidatura a banda más vanguardista y reconocible del Reino Unido. Con Radiohead como referente circunstancial y continuando con una trayectoria inmaculada y siempre evolutiva, los británicos avanzan al ritmo que marca la incansable indagación en los parámetros que definen su propio sonido. Una simbiosis de pop y electrónica perfectamente delimitada en cuantía, elaboración y simetría, dotada con particular nervio capaz de mantener intacta la tensa calma que preside la escucha. “Present Tense” oscurece y complica las bases y el aspecto de la propuesta respecto a anteriores entregas, imponiéndose como el disco más difícil del cuarteto en elaboración y posterior degustación. Once cortes contemporáneos y personales en extremo del tipo de “Wanderlust”, “New Life”, “Nature Boy”, “A Dog's Life” o “Daughters”, tan desgarradores emocionalmente como delicados en apariencia, en un cruce de sensaciones que culmina con el inquietante desenlace motivado por la interpretación del vocalista Hayden Thorpe.
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