Se han escrutado ya tanto todas las cavidades del post punk, que parece mentira que aún le queden rincones por iluminar. Y curiosamente, ha sido al otro lado del charco, lejos de su crisol británico, donde se han certificado las prospecciones más jugosas. Los canadieneses Viet Cong sorprendieron en 2015 con un debut que incidía en la veta más fibrosa del estilo, y ahora hacen tabla rasa con su pasado -con un nombre que les generó polémica y un periodo de rupturas sentimentales- rebautizándose como Preoccupations, y descerrajando nueve canciones que destilan un plus de rabia y energía respecto a su debut.
Sus títulos, concisos y amargos, no engañan, pero cuando ganan filo pierden también en singularidad, como en las exhumaciones de Joy Division que proponen “Stimulation” o “Degraded”, sin gran aportación propia a un canon tan expoliado (Interpol, Editors, Motorama). Lo mejor, los cambios de ritmo y vaivenes de intensidad de “Memory” (su opus central, de nueve minutos), el ensoñador quiebro final de “Forbidden”, los injertos de rock proto-industrial de “Zodiac” (cerca de la hipnosis de The Horrors) o la atmósfera intrigante en los teclados de “Fever”, puntos de fuga en el aún algo envarado discurso de una banda que parece debatirse entre lo que fue y lo que quiere ser.
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