La habilidad del grupo a la hora de tergiversar los patrones del hip hop de la vieja escuela en un tejido sonoro adictivo y moderno glorifica su papel en la escena. Así, “Power In Numbers”, su segundo disco, si no tenemos en cuenta Ep’s, logra transformar la pasión nostálgica en un discurso dinámico y endemoniadamente fresco, capaz de plantar cara a los referentes post modernos sin pervertir las leyes fundacionales del género. Incluso en el momento de abogar por el crossover (colaboración con Nelly Furtado en "Thin Line"), la banda evita el sonrojo y el pastiche mainstream. Y así, el clasicismo a contracorriente, eufórico y vibrante de "Power In Numbers" deviene en obra intachable que ilumina, de nuevo, un momento especialmente delicado en los conductos del hip hop.
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