Es genial la frase con la Manics ha definido su nuevo álbum, décimo en su carrera. Aseguran que se trata de “one last shot at mass communication”. Que traducido vendría a querer decir algo así como un último intento de volver a agradar a las masas consumidoras de música comercial. Con tal objetivo en mente, Nicky Wire y compañía han tejido un disco de doce temas con melodías pop, buscados estribillos que enganchen, sin distorsiones, sin más experimentación de la necesaria. ¿Y qué tal les ha salido la jugada? Bueno, “Postcards...” es, sobre todo, un disco de MSP. Ellos siempre han tenido debilidad por el pop melódico y radiable. Su discografía es una balanza entre discos de post-punk combativo (“Gold Against The Soul”, “The Holy Bible”, “Journal For Plague Lovers”) y pop rock comercial (“Everything Must Go”, “This Is My Truth, Tell Me Yours”…), pero en todo momento han sabido encontrar la horma del single imbatible, desde los añejos “Little Baby Nothing” o “Motorcycle Emptiness” de sus inicios hasta “Ocean Spray” o “Empty Souls” de sus años más olvidables. En “Postcards…” retoman la senda del pop, que dejaron en un listón bien alto con “Send Away The Tigers” hace tres años. Cierto que no hay rastro de la agresividad compositiva de algunos de sus grandes discos, pero volvemos a encontrar un nuevo pack de ases ganadores. Lástima que el excesivo azúcar que endulza temas como “Some Kind Of Nothingness”, “Don’t Be Evil” o el que da título al álbum generen cierta frustración, pero de nuevo volvemos a encontrarnos con un excelente trabajo del trío, ya muy lejos del bache compositivo de principios de siglo.
That's an astute answer to a tricky quitseon