Cuatro años después de construir aquel paraíso natural que era “Caravelle” y hacernos viajar con esos beats tropicales, Paul y Alexandre regresan con un disco mucho más humano y emocional. “Cyclorama” es un viaje vital que nace del miedo al paso del tiempo y el debate sobre la existencia humana. Un conjunto de recuerdos, reflexiones y melodías que hacen crecer el espectro musical que hasta ahora tenía el dúo francés. Un disco mucho más introspectivo y un salto de madurez necesario en busca de la consolidación en la industria actual. Evidentemente sigue vivo el espíritu festivo de la banda, pero la gran apuesta de este nuevo proyecto es olvidarse del sol y la sombrilla para entregarse por completo a la noche.
Nostalgia, melancolía, terror al olvido… “Cyclorama” es una especie de manifiesto a disfrutar de la vida y ser conscientes de su valor. Es curioso que Polo & Pan presenten un disco centrado en el tiempo cuando la pandemia nos ha dejado a todos congelados durante el último año. Eso sí, ahora que vemos ya la salida, es una pieza perfecta para volver a la pista de baile. Este álbum se centra en una electrónica mucho más de club que su predecesor y un sonido mucho más nocturno, siendo ideal para acabar a lágrima viva en mitad de la sala y soltar ese enorme nudo que todos llevamos dentro mientras bailamos y nos liberamos. Producido por ellos mismos, el salto musical del dúo en busca de un mayor desarrollo de la identidad de la propuesta es evidente. Disco, psicodelia, techno, house… Hay mucha riqueza sonora en este nuevo álbum que puede venderse a la vez como un proyecto conceptual, por la temática que engloba las canciones, pero a su vez cada uno de los temas tiene su propia vida y podrían sobrevivir perfectamente de forma independiente.
Entre lo mejor, esa fantástica pieza dance-pop que es “Ani Kuni” y que hace referencia a una canción tradicional de los Arapaho, tribu india norteamericana, y, a su vez, a una de las nanas favoritas de la niñez del dúo. El tema incluye unos coros muy personales grabados por familiares y amigos de Polo & Pan. Además, se decidió que los beneficios generados por la canción serían donados a la National Indian Child Care Association, una organización no gubernamental que ayuda a los indios americanos, nativos de Alaska y Hawái. Junto a esta, la cinematográfica “Attrape-rêve”, que ya estaba incluida en el EP que lanzaron el pasado año, es otra de las canciones más vivas dentro del proyecto. La voz de Victoria Lafaurie, vocalista que les acompaña durante la gira, lamentándose y abriendo su corazón en esta especie de sueño convierte la canción en una de las piezas más recordadas y bellas del álbum (“Estoy haciendo mi propia película, dirigiendo la cámara de una película en la que no estás. A veces encuentro tu perfume en nuestras sábanas, el recuerdo de tu voz, pero ya no lo recuerdo”). La colaboración con Channel Tres es posiblemente el tema más arriesgado de “Cyclorama”, siguiendo esa línea de la que hablábamos al principio de ampliar su universo sonoro. El dúo saca a relucir su lado más trance en una pieza adictiva, con un beat pegadizo, que termina explotando en un corte mucho más funk. Por último, mencionar ese delicioso corte de amor que es “Melody” y que respira de la bossa-nova para acabar siendo una pieza de dance-pop.
Ahora bien, a partir de “Oasis”, el nuevo álbum de Polo & Pan empieza a perder fuerza. La razón reside principalmente en que en el primer bloque de temas del álbum se alojan todas aquellas que tienen un mayor potencial como single y, a su vez, mayor ambición comercial. Aún así, “Cyclorama” en conjunto es una buena obra para demostrar el futuro de Polo & Pan más allá de ser únicamente música perfecta para tener un enorme mojito en la mano y bailar en bucle en las mejores playas de Ibiza. Se agradece que hayan dejado un poco de lado el sonido tropical, que hayan saltado a una electrónica más introspectiva y que no todo sea sonidos ochenteros. Además, habría sido mucho más fácil estirar como un chicle todo lo que consiguieron con su primer largo, ese “buenrollismo” superficial que tanto gustó al público y que tantas ganas tenían de volver a consumir. Y aunque en esta ocasión los franceses no hayan apostado tanto por un disco con alma de vacaciones, el repertorio en si es lo suficientemente bueno para satisfacer la sed de sus múltiples devotos. Está claro que los futuros conciertos de Polo & Pan se van a convertir en una especie de viaje catártico para todos los seguidores del dúo. Hay muchas ganas de dejar de pensar por unos segundos de la vida y simplemente disfrutar.
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