Uff, el indie. Uno se queda casi sin argumentos ante la (ingenua y entrañable) insistencia de las jóvenes bandas independientes nacionales por grabar (y más tarde comercializar) discos.
Si señor. “Podría ser hoy”, debut de los castellonenses Pleasant Dreams, es un manual de estilo de pop bucólico y soñador, de ciudad pequeñita y bares cerrados. Pop lluvioso y naif, sin mucho nervio pero con cierto encanto. Uno encuentra en este disco exactamente lo que busca: historias melancólicas sobre chicos tristecillos (hay, de hecho, una canción llamada “El chico que anda triste”), optimismo desganado y nostalgia llorona, arrebatos escapistas y mogollón (pero mogollón) de desamor e incomprensión. Con un pie en el pop enciclopédico de Belle & Sebastian y otro (más bien los dos) en referentes más cercanos y menos ambiciosos, como los cordobeses Deneuve (con los que guardan no pocos parecidos), Pleasant Dreams han grabado un disco de cancioncitas cursis, que adornan con una producción detallista (cuerdas, vientos, teclados, juegos de voces) y que, termino, afectará a esa masa extraña de gente sensible y afectada que deambula por el mundo.
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