PO2054AZ (Vol. 1)

El trance en el que Sen Senra se sumerge –y nos sumerge como oyentes– en “Familia”, la antepenúltima canción de su nuevo álbum “PO2054AZ (Vol. 1)”, un nombre que hace referencia a la matrícula de un antiguo Peugeot 205 que el cantante gallego ha elegido como representación de su imaginario y sus códigos, comienza mucho antes de llegar a los lances definitivos del que podemos asegurar que es uno de los mejores trabajos del año en España. Sen Senra hace suya la máxima que dice que el final de un viaje es siempre el comienzo de otro. Ese nuevo comienzo llego cuando, en 2019, vio la luz un proyecto como “Sensaciones” que el tiempo pondrá en su lugar aún más de lo que está, dotándole de la categoría de grandes trabajos fundacionales de un movimiento. En su caso, este viaje sirvió para convertir a Sen Senra en el hijo pródigo de la música nacional, con un nivel de tolerancia altísimo entre casi cualquier tipo de público. Sen Senra, que asimiló ciertos estilemas del género urbano desposeyéndolos de la dimensión de simpleza que venía asociada a ellos. El álbum perfeccionó lo que C. Tangana quiso hacer en “Ídolo”, tanto por la profundidad del recorrido como por la ausencia de exposición a la que tuvo que someterse. “Sensaciones” fue también la confirmación de Sonido Muchacho como uno de los labels más importantes de su generación en España.

Ahora el sello ya no le manda ofertas mediocres a Sen Senra porque no les hace falta a ninguno de los dos. Sen Senra ha conseguido el respaldo de la escena artística y creativa de Latinoamérica, nada menos que colaborando con Tainy y Sky Rompiendo en este nuevo proyecto, y con Feid, con el propio C. Tangana o con Julieta Venegas en episodios anteriores. “Corazón Cromado”, el anterior proyecto de Senra, quizá tenía menos de eso que se ha venido llamando ADN Senra, a pesar de contar con magníficas canciones, pero este “PO2054AZ (Vol. 1)” es un prodigio y la culminación de un periplo de madurez, de un bildungsroman narrado en primera persona por el propio Sen Senra con brillantez, concisión (sus canciones fuera de los álbumes caen con cuentagotas) y, lo más importante, estilo.

El trance de “PO2054AZ (Vol. 1)” es más psicodélico que hipnótico. Uno pasa por el álbum a toda velocidad pero sabe distinguir los estados por los que pasa. Hay pausa y temple, y destreza para entrar a matar cuando hace falta. Senra detiene el álbum apenas comenzar con “Blue Jeans Y Un Crop Top”, sabiendo que la primera declaración de intenciones es que quiere ser algo más que un cantante, lo demuestra a las primeras de cambio. Este primer volumen está lleno de amor, deseo y códigos, tanto para amar como para mirar el mundo en su totalidad. Hablábamos de “Familia” al comenzar el artículo, para mí una del las dos o tres mejores canciones del disco, que es el ejemplo perfecto de cuán profunda se ha vuelto la escritura de Senra: su mejor virtud como artista es una pluma con la que es capaz de escribir cualquier relato, cualquier poema, que se proponga.

El sonido del álbum nos suspende en un momento escogido por el artista y Anxo Ferreira, su acompañante en la producción desde hace años. Igual que cuando uno cierra las puertas del coche y coge carretera, se mueve, pero a la vez está en el mismo sitio todo el rato, el sonido de “PO2054AZ (Vol. 1)” nos transporta y nos ata a un mismo estado, a un mismo momento. Algo indefinido, inclasificable, que gracias a los avances en la educación del público en los últimos años podemos llamar pop.

La ambición por ganar y la determinación por hacerlo siendo distinto al resto es algo que ha caracterizado la carrera de Sen Senra desde sus inicios, y, sobre todo, desde que dio el salto de calidad y conceptualización que supuso “Sensaciones”. Su apuesta, no solo musical, sino también estética, le desmarca de cualquier otro competidor en la escena nacional que ya ha hecho suya, así como en la internacional que aspira a conquistar. Un trance, un viaje que comienza y otro que termina, una confirmación de su talento, atrapar con canciones el interior de un coche viejo que ruge carretera arriba sin saber cuánto durará, Sen Senra brilla como hace los mejores: efímero, misterioso, envuelto en una personalidad de artista.