La tan actual sensibilidad hipnagógica dicta que el pop electrónico de nuevo cuño se nutre de influjos semi inconscientes, una especie de absorción de registros que equipara la adolescencia (o la infancia) a la duermevela. Mero blah blah: una manera como cualquier otra de legitimar el saqueo de motivos sonoros de los ochenta, unos placeres tan culpables que parece que da reparo asumir a las claras. En el caso de Dayve Hawk (como en el de Part Time o Empire Of The Sun, por sólo poner dos casos distintos), no hay de qué sonrojarse cuando las canciones resultan inapelables. Porque el segundo largo del de New Jersey es otro refrescante mejunje de evocaciones al synth pop más indisimuladamente comercial de años ha, pasado por el filtro de la electrónica de alcoba, con dos petardazos que remiten sin ambages a New Order: la serena “Yes I Know” (si se le ocurre decir que no ha escuchado antes “Every Little Counts” nadie le creerá) y la centelleante “Sunhits”, en la onda de lo más liviano de Sumner y compañía. Hay más, claro. Hits en potencia como “Wait In The Dark” o “Today Is Our Life”, que redondean un álbum sensible, recreativo y muy disfrutable.
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