Lo que Damon Albarn quiso en un principio que fuese su pasatiempo, una media broma sin más, le ha acabado costando caro. Caro en ingresos, en reconocimiento y en colaboraciones. Sin duda ha conseguido nuevas conquistas, más que con Blur, y entrar por la puerta grande en Estados Unidos, cerrado a recibir en su momento a su banda madre. Tanto es así que incluso el grueso de la extensa nómina de colaboradores de “Plastic Beach” proviene del otro lado del atlántico: Lou Reed (¿cómo le convencería?), Bobby Womack, Snoop Dog, Mos Def o De La Soul. Es por eso que, en este segundo asalto, se impone el sabor americano, aunque es de las Islas Británicas de donde nos llegan las aportaciones más bizarras (entre comillas) en pro de las canciones que aportan aires distintos al proyecto animado como hace Gruff Rhys de Super Furry Animals, a cuyo mundo ácido se apuntan De La Soul haciendo un cóctel que podría haber sido más sui géneris, y Mark E. Smith de The Fall que más bien quita de aire la escucha con “Glitter Freeze”, la más paranoica junto con “Sweepstakes”, firmada entre Albarn y Mos Def. Aunque, todo sea dicho, da la impresión que sin los invitados Albarn daría poco de que hablar puesto que, en cierto modo, son éstos los que aportan color y se llevan a Gorillaz a su terreno. Sin duda Albarn no debería cansarse de agradecerles siempre el favor porque cuando firma solo se repite más que el ajo, menos en “On Melancholy Hill”.
No me ha gustado nada esta crítica. Podría haberla hecho cualquiera que NO haya escuchado ni una nota del disco, no aporta nada. Penosa, en serio. Escúchate más el disco y escribe menos, que no es lo tuyo.
No te preocupes, aquí de música hablan poco. Las críticas son copia y pega de la R.S.
Pero a día de hoy ya os ha puesto Damon en vuestro sitio, igual que cuando los gafapastas decían que el bueno era Coxon y se vio en solitario que sin Albarn no es mas que un gran guitarrista.