Hipocondría
DiscosPinpilinpussies

Hipocondría

7 / 10


Fran González Aparicio — 10-03-2022
Empresa — Aloud Music
Género — Indie rock

Inseparables hasta en lo extramusical y unidas por una simbiosis perfecta de melodías de pop colorista e iracunda crítica post-punk, Ane Barcena y Raquel Pagès han logrado convertirse en una influencia mutua que se ha consolidado en un tiempo cuasi-récord gracias al lanzamiento de su segundo álbum de estudio. “Hipocondría” deja claro que si la fórmula empleada en su largo previo, “Fuerza 3” (Aloud Music, 20), fue certera, ahora tan solo ha hecho falta afianzar esa seguridad que las tablas les han otorgado para llevar su propuesta al siguiente nivel.

Y es que si algo sacamos en claro de este larga duración es precisamente poder evidenciar que el empoderamiento es el tercer miembro en la sombra de Pinpilinpussies. En cada descarnado alarido, en cada azuzador redoble, en cada sólido riff y en cada palabra de su penetrante prosa esa fuerza logra teñir con estimulante ímpetu la totalidad del mensaje de Ane y Raquel, quienes más que nunca apuestan por la unidad como arma para protegerse de los inciertos y confusos antojos de la época presente. Son fundamentalmente los sentimientos y las disfunciones anímicas de aquellos días de imprecisa conciencia, fruto de una crisis sanitaria en su máximo apogeo, de donde brotaron las composiciones acumuladas que acabaron originando este segundo álbum. “Hipocondría” es ante todo el intento por parte del dueto vasco-barcelonés de tratar de capturar a través de trece canciones su sentir más personal y castigado, y ofrecernos a través de su mirada la posibilidad de encontrar también nuestra propia salida.

Haciendo gala de esa dimensión integradora y activista tan definitoria y patente en todo el cuerpo del disco –y en el discurso general de la banda–, comenzamos desenvolviendo las diferentes porciones que comprenden este “Hipocondría” con una “Intro” que nos recibe en castellano, catalán, inglés y euskera. No es baladí que la dupla se presente con esta pieza multilingüe, pues a lo largo de “Hipocondría”, y más concretamente en el núcleo central del álbum, Ane y Raquel exploran por vez primera las mieles de cantar en euskera. Hablamos de esa pieza de adelanto que fue “ERRE”, cuya gratificante acogida por el respetable ha supuesto la puerta de entrada para que sean otros dos temas (“Hange” y “Dea-8D”) los que carguen con el cometido de visibilizar las raíces de la componente de Durango, quien denota en este destacable tramo del disco un sentimiento de libertad insólita que salda la deuda personal que ésta tenía con su lengua materna. No es casualidad que en los meses recientes hayamos disfrutado de otros proyectos musicales que han hecho uso de la pluralidad lingüística con celebrado éxito, y comprobar que Pinpilinpussies han encontrado también el momento para hacerlo es más que una buena noticia.

En el resto de aspectos comprobamos de buen agrado que, dentro de unas líneas más o menos continuistas, el dueto ha apostado por depurar y matizar su propuesta (fruto de los años), hasta el punto de ya no ser una banda que recuerde a sonidos ajenos, sino que llevan por bandera el suyo propio. Nuevamente, con la mirada fija en ese sonido tan enérgico como abatido y con unos ecos noventeros que son ya marca de la casa, encontramos irresistibles piezas como “Bellaco” o “Tiempo Muerto” donde es complicado no acabar entregados y sumidos a esa apoteósica y catártica disertación que nos plantean, una vez más con el fino toque de Raúl Pérez en la producción. Definitivamente, “Hipocondría” es la confirmación de lo que muchos nos barruntábamos hace unos años cuando fueron ya Demoscópicas de esta misma publicación: el de Ane y Raquel es un proyecto excepcional, capaz de aligerar a golpe de pop y ritmo un recargado género como es el punk, y enseñarnos que a la aflicción y a la miseria se las combate con un buen grito.

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