Viscerals

El quinteto de Newcastle (uno de nuestros cinco artistas recomendados del certamen europeo Europavox Noorderslag, a quienes pudimos ver en concierto allí y que, desgraciadamente, no han podido hacer más festivales durante este verano) arremete con su tercera propuesta de larga duración, “Viscerals”, ocho cartuchos de pura dinamita en los que se mezclan generosas dosis de rock duro clásico con sludge, produciendo un sonido infeccioso y convincente.

El primer aspecto digno de encomio por el que Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs se está ganando tanto fama como respeto es su cuidada versatilidad compositiva. Los británicos saben sorprendernos en cada nuevo lanzamiento con perspectivas cada vez más raspantes y claustrofóbicas. Si en su anterior propuesta, “King Of Cowards” (18) ya nos habían dejado muy clara su pasión por los pedales de distorsión configurados para ofrecer una psicodelia que intimaba abiertamente con el stoner, en “Viscerals” la cosa se pone más seria.

Los tipos no han querido echar la vista atrás, evolucionando hacia un sonido mucho más pesado e hiriente, un cómputo de sensaciones herméticas y oclusivas que estallan con furia en la colección de cortes que dan forma a este nuevo disco. La banda es consciente de que el tiempo es un bien preciado, y están dispuestos a explotarlo al máximo a base de temas más acelerados. “Reducer”, la pieza que se encarga de abrir esta nueva propuesta, logra proyectarnos de forma muy clara esa idea del control de la velocidad salvaje que va a reinar en la totalidad del trabajo. La genética del doom se ve aderezada con un espíritu punk tan desbocado como incontinente, dando a luz rotundas joyas como “Rubbernecker” –en la que el paralelismo vocal con Jaz Coleman de Killing Joke se hace más que evidente–, “World Crust” o “Crazy In Blood”, en las que los de Newcastle hacen gala de esa antes citada elogiable versatilidad compositiva con la que logran generar cortes mutables que no pierden en ningún momento la rabia con la que fueron engendrados.

Los guiños a los primeros Swans también están presentes en varios retazos de “Halloween Bolson”, nueve minutos de nihilismo salvaje. El ambiente se enturbia de forma imparable hasta cubrir por completo de cenizas un espacio conceptual premeditadamente devastado. Podemos aseverar sin miedo a equivocarnos que “Viscerals” es el disco más aplastante e inflexible que Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs ha conseguido idear hasta el momento.

Bien sea por la coyuntura que nos toca vivir, o por motivos que escapen de nuestra elucidación, Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs Pigs ha sabido recrudecerse de forma efectiva. “Viscerals” es un paso más dentro de la marcada actitud experimental de este conjunto de metal. Uno de los vértices más destacables de su, por el momento, triangular discografía.