El de Pignoise es uno de esos regresos que nadie había pedido, pero que, sin nosotros saberlo, el adolescente que llevamos dentro celebra con la boca pequeña. El trío que españolizó el pop-punk a principios de los dosmiles e introdujo en nuestro país el lado más chuleta y acomodado de las crestas y las tachuelas nos sorprendía a finales del pasado 2023 con el anuncio de su fichaje por Sonido Muchacho, con la intención de predicar en futuro perfecto su nueva andadura. Los motivos de su celebrada nueva venida no eran precisamente los de un reencuentro casual o una reunión recaudatoria, pues de forma puntual la formación ha seguido haciendo sus pinitos por aquí y por allá (de hecho, su último disco original, titulado “Diversión”, data de 2021). Lo que Álvaro Benito, Pablo Alonso y Héctor Polo se traían entre manos, más bien, era el intento de reivindicar su lugar en la escena y celebrar con amigos y referentes su “20 Aniversario” (24) estando al pie del cañón y re-significando el pop de masas en España.
La algarabía también trajo consigo el anuncio de un par de conciertos para los que tendremos aún que esperar un poquito (en Barcelona menos, les veremos allí en noviembre de 2024; en cambio, hasta marzo de 2025 no reconquistarán su Madrid natal). No obstante, y para llegar con las pilas cargadas a sus respectivas citas, la banda nos ha hecho entrega recientemente de una suerte de “greatest hits” revisitados en compañía de un generoso surtido de voces invitadas que van desde el espectro de nuevo cuño (La La Love You, Taburete, Pole., Hens) hasta la solera más granada (Andrés Calamaro, Los Secretos, Despistaos, Loquillo, Hombres G). El resultado es un viaje inter-generacional por el universo del trío, donde además de demostrarnos su valía por encima de archiconocidos éxitos televisivos, también tratan de hacer lo posible por trascender en una industria que siempre les tachó de ser demasiado descafeinados para el punk y demasiado afilados para el pop.
Bajo la producción de Dani Alcover (responsable en la trastienda del sonido de la banda desde su irrupción mediática en 2006 con “Anunciado en Televisión”), los miembros de Pignoise exhiben sus mejores galas sin un orden cronológico concreto pero sí con la máxima presente de ahondar en sus particulares golden days. De ahí que, con arreglos nuevos y una depurada línea en sus formas, el groso del disco esté íntimamente centrado en traernos de vuelta los mejores golpes del grupo, ubicados discográficamente entre 2006 y 2010. Así pues, tendremos la certeza desde el primer corte de que no nos va a faltar en absoluto ninguno de sus pertinentes clásicos. Desde su icónico “Te Entiendo” (elevado a la máxima potencia en matices y emotividad con la suma de Calamaro) hasta el “Sube a mi Cohete” con Marlon (convertido ahora en un potente artefacto de rock alternativo lunar y sentimental) o el “Todo me da Igual” junto a Taburete (conjugando un canallismo hetero que parecía condenado a entenderse). Convirtiéndola en una versión más madura, pero sin restarle impacto y agilidad a la original, David Summers nos hará volver a poner los pies en San Antonio con las infecciosas letras de “Nada Que Perder”. Más acertada, sin embargo, suena su confluencia con La La Love You para “Cama Vacía”, donde vemos a la banda de David Merino sacándole punta a ese sonido sobre el que muy seguramente Pignoise habría querido profundizar más veinte años atrás.
La banda juega bien sus cartas a la hora de seleccionar el repertorio y, como cualquier recopilatorio de bien que se precie, “20 Aniversario” logra reflejar tanto su apego por el pasado como su intención de seguir siendo un proyecto presente. Y es que a la turba de nostalgia ofrecida también se le añade una ligera dosis de actualidad, personificada en la reversión de una de sus canciones más recientes (“Una Sensación”, probablemente el tema más destacado de su último LP) con el toque fresco y juvenil de Pole. y su camaleónico toque urban. Lejos de que esta suma de nombres y estilos diversos resulte confusa o desatinada, el todo termina resultando una divertida y nostálgica expedición que nos recuerda el joven legado de una banda que, desde el mainstream, siempre se atrevió a hacer las cosas de forma diferente. Y quien sabe si, a modo de biombo temporal, también suponga el comienzo de una nueva etapa para el trío.
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