Horizonte de Sucesos

"Horizonte de Sucesos" (The Braves Records) es el segundo trabajo de Piedra, trío instrumental procedente de Iruña que encuentra inspiración en el espacio, la ciencia ficción, y todo lo que tenga que ver con culturas ancestrales. Grabado con calma a lo largo de casi cuatro semanas en los estudios MOTU propiedad de Guillermo F. Mutiloa bajo su propia batuta (como ya hicieran más apresuradamente en su debut homónimo), esa tranquilidad se traduce en un disco más inmediato que el anterior en busca de un sonido que se acerque más a aquello que tocan en el local de ensayo, sobre un escenario, o a lo que oyen dentro de sus propias cabezas.

El LP abraza nuevos elementos en sus composiciones, como el doom de “Bajo el signo de Abraxas” (deidad recurrente en el género que engendraron Black Sabbath), logrando una mayor contundencia en su propuesta y acercando la banda a sonoridades post-hardcore, en una línea similar a los temas sin voces de Ànteros. Sus referencias cósmicas, a la naturaleza, el sci-fi o la mitología, los emparentan más con compañeros de sello de los barceloneses (donde militan también miembros de Syberia, Toundra y Viven), los madrileños Jardín de la Croix, aunque los pamplonicas no se dejan llevar tanto como ellos por derroteros progresivos y virguerías math, consiguiendo mantener la atención del oyente con esa inmediatez a lo largo de sus casi 50 minutos.

La portada aúna dos conceptos diferentes pero relacionados entre sí: por un lado, el dolmen de Pedra Cuberta en Galiza, y por el otro, una tipografía de inspiración extraterrestre similar a unas runas futuristas. Para ella han contado de nuevo con Cristina Jiménez, quien ya se encargó de las de “Piedra” y el single digital “Horizonte de Sucesos”, aportando así coherencia a la identidad del combo desde su misma imagen. Una imagen y un sonido que bien podrían servir de BSO para alguna de las películas de la generación de oro de los 70 (aquella de los Spielberg, Scorsese, Coppola y Zemeckis); y una coherencia en todo ello que emparenta con la cinemática del séptimo arte y con un cuidado por el detalle y todos los aspectos del proyecto propio de una superproducción. Entre tanta rocosidad y los tiempos que vivimos, seguramente se trataría de una en la que un asteroide viaja en trayectoria de colisión contra la Tierra.