Hemos tenido continuamente noticias suyas, pero, en esta ocasión, Orbit, remezclador de fama internacional, toma contacto con nosotros a partir de un disco que podríamos etiquetar como ambient de raíces clásicas, un trabajo en el que nuestro protagonista se encarga de los arreglos y la producción (ahí es nada) de temas ajenos. Aquí Orbit revisa y plasma electrónicamente piezas desde Beethoven hasta John Cage, pasando por Ravel, Vivaldi, Górecki e incluso Samuel Barber (ese “Adagio For Strings” que escuchamos en “Platoon”). A partir de esta mescolanza Orbit conforma un disco que no debería sorprendernos, puesto que deja las cartas claras desde el título mismo, adaptando en términos electrónicos obras de muy diversos compositores. ¿Estaremos ante el Luis Cobos del 2000?
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