Alpha Zulu
DiscosPhoenix

Alpha Zulu

8 / 10
Raúl Julián — 09-11-2022
Empresa — Lucky Me/Music As Usual

Un eslogan de la más conocida marca de cereales de todos los tiempos rezaba que ‘Lo original es siempre lo mejor’, máxima que, de algún modo, también podría aplicarse con sentido al caso de Phoenix. Los franceses fueron de los primeros en conquistar un público generoso gracias a ese indie-pop con cadencia electrónica de nuevo cuño, que surgió coincidiendo con el cambio del milenio y podía ser apto para la pista de baile sin sacrificar unas formas cuidadas en extremo que, por ende, motivaban la apariencia ciertamente elegante del grupo. Más de dos décadas después de aquel debut de nombre ‘United’ (Warner Bros., 00), la formación entrega ‘Alpha Zulu’, un séptimo álbum de estudio que rememora (y puntualiza) virtudes.

Un lanzamiento con el que Phoenix confirman que aún mantienen en propiedad ese hechizo incandescente e irresistible (y por lo que se ve inherente a toda su obra) que ya latía en su estreno y que, a su vez, ha tenido continuación en otros títulos tan jugosos como fueronIt's Never Been Like That’ (EMI, 16), ‘Wolfgang Amadeus Phoenix’ (Glassnote, 09) o Bankrupt! (Glassnote, 13). Los parisinos se mantienen fieles a su esencia artística y vuelven a apostar por coordenadas bien conocidas, si bien no renuncian a una madurez sonora bien llevada, favorecedora y que aparece de manera natural. Un trazo que se aprecia en la ausencia de urgencia de unas canciones que ya no necesitan concretarse en apresuradas y verticales piezas directas a la yugular del oyente, apostando por una conquista trabajada y apuntalada con cierta calma mientras se disfruta del propio cortejo en cuestión.

El cuarteto se muestra así ligeramente más pausado y meditado, algo más reflexivo incluso, mientras supuran progresivamente esos encantos suyos que a estas alturas resultan tan familiares como todavía plenamente vigentes. Una fórmula que tampoco vuelve la cara a alguna pincelada exótica que, colocada con cuidado e incluso cierto disimulo, inyecta tonalidades adicionales en las propias canciones. Una serie que se abre con el juguetón corte que da título a la referencia, y continúa con ese single evidente que es “Tonight” (con colaboración de Ezra Koenig de Vampire Weekend) y la sedosidad de “The Only One” fluyendo con soltura. También destaca la ochentera “After Midnight” o medios tiempos que ensimisman como “My Elixir” y “Winter Solstice”, además de la magnífica “Identical” –una de esas piezas que marca la diferencia– refrendando el buen sabor de boca como cierre.

Por descontado que ‘Alpha Zulu’ no es ni el mejor ni tampoco el más determinante disco de Phoenix. Tampoco resulta ser aquel trabajo por el que siempre se recordará a la formación. Pero, a cambio, luce como un decálogo capaz de reverdecer laureles (aunque sea intermitentemente) y recordar los motivos por los que en su momento llegaron a ser una banda a la que amar sin remisión. Un logro más que meritorio, capaz como es de remitirnos a los grandiosos tiempos del combo, aquellos que se focalizan sobre todo en su primera década de existencia. Y, de paso, el elepé confirma que siguen puntuando por encima de la media marcada por aquellos que no son sino sus alumnos aventajados. Porque sucede que, efectivamente, en algunas ocasiones lo original también puede ser lo mejor.

 

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