Sorprendente evolución la del Proyecto encabezado por Santi Carcasona que debo confesar me mantiene descolocado tras varias escuchas. Y eso no acabo de saber si es bueno o malo. Compuesto entre Islandia, Finlandia y Barcelona, la apuesta por el indie, incluso bailable, es mucho más clara que en su primer disco, un "Where The Sidewalks Ends", donde la mirada se fijaba más en la música de raíces.
Pësh abre aquí horizontes, sin duda en un intento legítimo de alcanzar a más público, pero que algunos no nos acaba de llegar. Quiza es cuestión de unas cuantas escuchas más del disco, porque ahí sigue estando su espléndida voz y una magnífica capacidad para engarzar letras que pretenden universalizar sentimientos muy internos.
Seguiremos intentándolo, porque se lo ha ganado a pulso, y por la valentía de enfocar cada uno de sus pasos como un avance.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.