"Ugly Season" es el sexto disco de Perfume Genius, o lo que es lo mismo, de Mike Hadreas. Eso sí, no es un disco nuevo sino uno que grabó un poco antes del notable “Set My Heart On Fire”, un disco del que Hadreas piensa que este es algo así como su hermano experimental. Y es que nunca antes había entregado un disco tan angular y poco convencional como este, un disco en el que las texturas y los ambientes son más importantes que las melodías y las estructuras convenciones, normal si tenemos en cuenta que esta música se creó como acompañante de su pieza de danza en colaboración con la coreógrafa Kate Wallich, “The Sun Still Burns Here”.
La música que aquí aparece es mucho menos directa y adictiva que las canciones de “Set My Heart On Fire” pero es igualmente fascinante. Cuesta mucho más entrar pero es evidente que Hadreas ha creado un disco difícil pero que funciona muy bien como experiencia propia. Compuesto con la ayuda de su pareja sentimental y creativa de toda la vida, Alan Wyffels, y del conocido productor indie Blake Mills, “Ugly Season” es un disco sugerente pero no llega a los niveles de su anterior obra, que, en mi opinión, sigue siendo lo mejor de su carrera.
“Just A Room” es una perfecta introducción a un disco complejo, con aristas, su voz suena extraña, apagada y temerosa; comienza con una orquestación neoclásica con un punto gótico, pero acaba con sólo campanas y un suave zumbido entre oleadas de cuerdas. “Herem” tiene un punto oriental y sensual, al que se une su voz en falsete, la que más utiliza en todo el disco. Es una canción fascinante, como si fuera la banda sonora de una escena surrealista surgida de la mente de David Lynch. Es ambiental, hipnótica, surreal y onírica, la melodía aparece y desaparece entre la música, aquí es evidente la enorme huella de los momentos más etéreos de los Cocteau Twins.
“Teeth”, por su parte, vuelve a traernos al Hadreas más íntimo y delicado, su voz vuelve a utilizar su falsete, casi operístico, en una canción que suena a Dream Pop, Hadreas suena realmente inspirado en esta extraña canción, a medio camino entre la electrónica y la música clásica, con un puente central totalmente barroco en el que entran lo que parecen violines, hasta volver al tema principal. “Pop Song” comienza sobre una ligera base electrónica sobre la que vuelve a flotar el falsete de Hadreas, es, como su propio nombre indica, el momento más pop del disco, el único que podría haber aparecido en “Set My Heart On Fire”.
Luego suena “Scherzo”, una pieza de piano instrumental, atmosférica y 'avant garde', mientras que la canción titular suena a 'dub' jamaicano, con su voz tratada para sonar más grave, aunque en el estribillo vuelve su falsete y su registro más agudo, el más utilizado durante todo el disco.
La pieza principal del disco es “Eye In The Wall”, también la más larga con más de 8 minutos. Unas guitarras sugerentes combinadas con unos sintes gélidos, dan paso a una percusión acelerada y el cantar tipo mantra de Hadreas. Es, posiblemente, la canción más atractiva del proyecto, derivando en una especie de electrónica vanguardista en su segunda parte.
Eso sí, creo que el disco se vuelve más obtuso en sus últimas canciones, “Photograph”, que comienza como una pieza de synth pop de los 80 para pasar a tener toques ambient, luego llega “Hellbent”, que suena como si fuera su particular mirada a la banda sonora de Vangelis para “Blade Runner”. Por último, cierra el disco con “Cenote”, otra pieza de piano instrumental.
Es un disco que va mejorando con cada escucha, su particular “Kid A” ante el “Ok Computer” que supuso “Set My Heart On Fire”, pero es demasiado espinoso y poco centrado en ciertas partes para decir que es un éxito completo. Hadreas ha vuelto a demostrar que es uno de los tipos más creativos de la actualidad pero en este proyecto sus maravillosas melodías y su voz quedan en un segundo plano ante las texturas y los arreglos concebidos para acompañar a un espectáculo visual que esta fuera del disco en sí.
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