Pequeños apuntes para canciones de mierda

En uno de estos días de mierda en los que debería estar prohibido diseccionar el trabajo de cualquier creador, me pongo a contarles que el disco de Elvira es, como mínimo, una preciosa barbaridad. Mientras mi síndrome de abstinencia empieza a ser algo incómodo esperando que llame a mi puerta un dealer con el nuevo trabajo de Standstill, Piti Elvira, el guitarrista del inmortal “Viva la Guerra” y batería de It’s Not Not aparece con serias intenciones de quedarse un buen rato en el pequeño montoncito de discos junto a mi equipo de música.

Ese montoncito que ni me molesto en trasladar a la estantería porque suena una y otra vez. Por cierto, Elvira es, en su totalidad, obra de la misma persona, Piti Elvira. Con un par. Sin olvidar las colaboraciones de sus compañeros de Standstill Ricky Lavado y Víctor Valiente ni a Marco Fonktana, de Aerolíneas Subterráneas. Tras la casi instrumental que abre, llega “Monstruos”. Una secuencia genial de frases acuñadas por todos en algún momento, una preciosidad. ¿Hip hop? Algo parecido suena en tercer lugar. Una de mis favoritas del disco, una demostración de elegancia y valor que flota sobre ritmos marcados y guitarra acústica deliciosa. Marco Fonktana se encarga de la rima, haciendo crecer el corte varios enteros. “Put The Play” y “Sweaty Palms” ponen la nota pop a un debut que continúa con una guitarra algo Death Cab For Cutie y una melodía de voz arrastrada en “Iconos”. Sin desperdicio. “Anilorac vencerá” trae la calma total que queda rota con el hipnótico cántico ritual que supone “El dijo Hey” Le sigue “El hombre de la estación” y, un bonito final, “Una mirada”, que no puede sino resucitarme a Sergio Algora por unos segundos. Hoy ya no es uno de esos días de mierda.