Pequeño

¿Investigando, evolucionando, caminando un paso siempre por delante de todo el mundo o bufón de la corte con ínfulas de rey? ¿El rey del eclecticismo o el rey del timo? ¿Experimentador nato o caradura habitual? Sea lo que sea, a Bunbury no le gusta mantener a nadie indiferente. Si ya sorprendió con el giro industrial de “Radical sonora” ahora lo vuelve a hacer con “Pequeño”, una fusión imposible entre Manu Chao y Concha Piquer que aporta mayor número de razones tanto a defensores como a detractores en sus discusiones por definir a nuestro propio Moby patrio como a uno de los mayores genios de la música en España o como a un payaso que ya hace tiempo que perdió las pocas neuronas que mantenía vivas.

Prejuicios aparte, analizando la obra por ella misma, sin tener presente pasado o historial, “Pequeño” presenta ciertos fundamentos a tener en cuenta. Canciones como “Algo en común”, “El extranjero” o “El viento a favor” (la única que recuerda las baladas de su etapa con Héroes) destacan por su originalidad y calidad. Bunbury ha sabido condensar en doce canciones elementos como la sencillez sonora, la buscada inocencia en las letras y la pasión en la ejecución que unidas otorgan al compacto un cierto aura de eficacia que no debemos dejar pasar sin más, si bien muchos estarían de acuerdo que no es éste el tipo de música que mejor saber hacer el amigo Enrique.