Pau Corea

El principal obstáculo al que se enfrentan esos debuts que ya lo han avanzado casi todo es la dificultad para sorprender. Cinco de estas nueve canciones fueron publicadas entre las primaveras de 2021 y 2023. Solo cuatro eran inéditas. Se anunciaba el debut largo del valenciano – afincado en Madrid – Pau Corea (Pau Paredes en su DNI) para hace un par de años, y no ha sido hasta ahora que "Pau Corea" (2023), el álbum, es ya una realidad. Y lo que estaba por desvelar no solo no desentona, sino que exhibe nuevas vetas en un discurso ya de por sí repleto de capas, como a él le gusta recalcar.

El músico y productor, batería en su momento de bandas como Twelve Dolls o Modelo de Respuesta Polar, se ha marcado uno de los grandes discos de electrónica – o de pop electrónico, porque esto en esencia no deja de ser pop – hechos en España durante este año. La cocción fue lenta: cinco años. Pero valió la pena. Sabíamos del espléndido r’n’b sobre piano minimalista de “La cumbre”, rodaja de palpitante emoción digital. También del tono confesional, sacudido por una descarga de vibrante drum’n’bass (ese atronador revival que no cesa) de “Giro”. También de la pegada pop de “Contra” o de los ritmos rotos que imprimían cierta tensión dramática a “Pienso entrar”. Pero desconocíamos aún el clasicismo que transpira “Entre la luz”, con ese ritmo entrecortado latiendo sobre un piano que justifica la apelación a Ryuichi Sakamoto (aunque también podría remitir a Nils Frahm u Ólafur Arnalds). O la contagiosa y certera melodía de “l3jos”, dinámica colaboración con Ganges (la cántabra Teresa Gutiérrez), que no desentonaría en el catálogo de Alizzz. O esa auténtica fantasía sonora que es “Iori Onna”, que suena a un cruce entre Debussy, James Blake, Four Tet y Oneohtrix Point Never, si es que tal chaladura es posible.

Dijo una vez Pau que una de las cosas que más le interesaban en la música es la tensión entre lo comercial y lo retorcido, y no se me ocurre mejor forma de honrar esa dicotomía que estas nueve sobresalientes canciones.