La nómina de grandes voces femeninas se amplia cada día con nuevas adquisiciones , por eso Lisa Hannigan corría el riesgo de quedar en segunda o tercera línea de la realidad musical que nos rodea, y eso pese a las exageradas alabanzas y premios que cosechó su anterior álbum “Sea Sew”. Pues bien, este magnifico “Passenger” debería servir como excelente puñetazo en la mesa para revindicarse como solista y compositora con todas las de la ley. Lisa ,que en la actualidad cuenta con treinta años de edad, ha ido atesorando experiencia de la mano primero de Damien Rice, con el que compartió escenarios durante siete esplendorosos años, y luego en solitario, pero todavía no tenía ese disco que hiciera justicia a su maravillosa y aterciopelada voz. Ahora sí. “Passenger” es un disco variado que se mueve en terrenos de la canción de autor clásica al servicio de una gran vocalista y los arreglos –produce nada menos que Joe Henry- no hacen más que apuntalar, ahora la delicadeza, ahora la calida desnudez de las tonadas. De esa guisa el disco abre con una esplendorosa y épica demostración de pop barroco y engolado en la línea del último de Feist, por poner un ejemplo próximo en el tiempo. Tras esta en “Sail” se pone sinuosa e intrigante a través de un precioso medio tiempo en el que destacan su capacidad para el gorgorito y apuntalar la tonada con un timbre tan dulce como cristalino. “Knots” es otro de los grandes temas del disco, basado en el bucle trotón de una mandolina y la clarividencia vocal de nuestra protagonista que va subiendo el tono en un emocionante crescendo que no hace enemigos. Si una pega cabe achacarle al disco es quizás que se pone un tanto obvia en “O Sleep” una delicada balada interpretada junto a Ray LaMontagne o en la sinuosidad folk de esa perla llamada “Paper House”, pero pronto recupera el pulso con “Little Bird” una tierna tonada interpretada solo con el pellizcar clásico del nylon y su voz, o que decir del excelente broche que le proporciona “Nowhere To Go” para lucirse. Laura Marling ya tiene una alargada figura que le puede hacer sombra a la hora de proclamarse musa folk del año que vivimos peligrosamente.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.