Tras la explosión de color de su primer largo, “Too Many Knobs” (10), Colectivo Oruga nos presentan su segundo asalto. El grupo pule su sonido y la conexión entre rock y electrónica funciona a la perfección. Podemos hablar de indietrónica, de electro-rock aderezado con synth pop y espíritu bailable. Canciones como "Salgamos corriendo" o "Explotad sin mí" muestran una cara bailable que nos hace volar por parajes new wave y disco, acercándonos a formaciones como Cut Copy. También presentan cortes contagiosos con ritmos cambiantes y una luminosidad inquietante como "Arrastrándolo más", e incluso hay ocasión para presentar temas menos inmediatos con una mayor vocación experimental ("Huesos", "No es eso"). Los tintes más siniestros, al mismo tiempo cargados de intensidad, llegan con "No acabamos". Los vigueses continúan creciendo, madurando su sonido paso a paso para convertirse en una propuesta cada vez más interesante.
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