“Sálvame” es un paso más en la carrera musical del grupo barcelonés Pantocrator, quienes se estrenaron públicamente con su primer EP “Villacapullos” en 2019, seguido por “La Masacre de Putis” (20) y “El Chungo Colectivo” (21). Ahora nos presentan un primer disco que poco tiene que ver con un larga duración. Y es que vuelven a hacer gala de la brevedad de sus lanzamientos, presentando ocho temas en un total de trece minutos de duración.
“Síntonia del Caos” es la apertura de dos minutos de este nuevo disco y ya nos muestra un cambio de perspectiva en las letras. De la frase “en bolsas del Carrefour me diste mis bragas” a “nunca tendré control sobre mi vida”, el grupo pone frente a nuestros ojos la evolución de las problemáticas de las relaciones de pareja hacia la vida adulta en una actualidad precaria.
“En anteriores capítulos” y “Exclusiva” siguen el camino ya iniciado, la primera con un sonido más popero destacando el estribillo que da nombre al disco y la segunda que nos lleva a una atmósfera igualmente garajera pero con un tono más melancólico. Llegando al meridiano del álbum aparecen dos temas que ya conocíamos, “Teléfono de aludidos” y “Polígrafo”. Un sonido mucho más crudo y más punk tanto por las guitarras afiladas como por la voz de Marta en la primera y con las revoluciones algo menores en la segunda, una pieza que hace clara mención al televisivo programa del corazón que les sirve de inspiración.
De “Publicidad (Estado del Malestar)” destaca su letra directa y política, manteniéndose en la línea sonora que toman en el disco. De la misma forma, tanto “Gala de confrontación” como “Continuará (Jeta)” se mueven en un garaje popero sencillo y suave, pero muy eficaz.
Así, las canciones de “Sálvame” siguen un hilo conductor ya no sólo en lo conceptual, sino en cuanto a sonido. Todas las canciones a excepción de “Teléfono de aludidos” se recuerdan entre ellas, cosa que funciona muy bien siendo un disco tan breve y además con el hecho de que lo hayan lanzado como un único videoclip, ya que da la sensación de que es un solo tema. Por lo demás, Pantocrator mantienen su humor añadiéndole esas quejas que empiezan a aparecer con la vida adulta, llevándonos a un lugar aparentemente menos fiestero y más frustrado.
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