Pallbearer lograron con su fantástico LP “Foundations of Burden” (Profound Lore Records, 2014) lo que pocas bandas de doom/metal llegan a conseguir, que es llegar a un público ajeno sin llegar a perder (demasiado) prestigio entre tus fans de siempre, algo parecido a lo que les pasó hace tiempo a Mastodon, Deafheaven y Baroness, que fueron cogiendo fans del rock más clásico y progresivo, e incluso de aficionados al indie y/o shoegazer gracias a producciones menos ásperas y unos temas que eran permeables y se alimentaban de varios estilos, unido a la peculiar voz de Brett Campbell, que se contiene cada vez más y se centra en sacar buenas melodías. Pero mientras que las anteriores bandas han tenido pocos tropiezos y han visto como su fama y calidad ascendían, en el caso de Pallbearer este último “Heartless” ha supuesto un pequeño paso en falso, pese a que en esta ocasión los temas son cada vez más accesibles para diferentes tipos de fans del metal y el rock de corte más clásico.
Sus influencias cada vez se han ido depurando más, y de unos inicios doom han ido añadiéndole toques de metal ochentero y psicodelia que en algunos casos no llegan a los resultados deseados. Aun así el arranque es de traca con un “I Saw The End” pletórico, que recuerda por momentos a unos Baroness mirando de reojo a Type O Negative y sacándose de la manga uno de esos temas perfectos para arrancar un álbum con gancho y dinamismo. Prosiguen con un “Thorn” que sigue la misma senda, quedándose en unos cinco minutos y pico de tema que no se hacen pesados para nada y que nos vuelven a recordar a bandas míticas como Rush, Black Sabbath o incluso Metallica. El primer bajón llega con “Lie Of Survival”, que sin ser un mal tema no llega a transmitir mucho, tan sólo a una banda que toca como quiere pero que anda un poco despistada. Algo parecido ocurre con “Dancing In Madness”, en la que a lo largo de doce minutos nos llevan a través de una pieza cargada de psicodelia – son adoradores confesos de Pink Floyd – que vuelve a naufragar a eso de la mitad, agotando un poco al oyente con esos sintes y arpegios que no llegan a buen puerto.
Recuperan el tono y la forma con “Cruel Road” y “Heartless”, mucho más logradas, con su oscuridad justa y menos dispersión estilística, lo que las hace más accesibles para el fan/oyente típico. En ellas se regodean en esa oscuridad que les caracteriza pero con algo de sentimiento de por medio, lo que unido a ese toque único que tienen para desarrollar temas en los que no falta ni sobra nada, hacen que suba de nuevo la temperatura; una temperatura que se pone a tope con ese cierre épico de doce minutos de duración llamado “A Plea for Understanding” que comienza de forma sutil y que va progresando hasta llegar a un climax en el que recuperan el tono y la forma, y nos dejan con ganas de ver que hacen en su próximo LP y, ya de paso, también de verles en directo para comprobar como suenansobre el escenario.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.