Hace ya ocho años, The Pains Of Being Pure At Heart irrumpieron en la escena musical con unas canciones que sonaban a gloria para todos los que amamos las guitarras y las melodías pop. Su álbum homónimo tenía claras reminiscencias shoegaze, teclados burbujeantes y sobre todo estribillos absolutamente exultantes ("Contender", "Young Adult Friction", "This Love Is Fucking Right"). Además, tenían una estética innegablemente cool, y no pocos fans estaban enamorados de Peggy Wang. "Belong" fue una más que notable continuación, pero con el tercer álbum llegó la desbandada. Hoy en día, apenas queda rastro de las influencias shoegaze, y los Pains son el grupo de Kip Berman, líder y cantante.
Y si "Days Of Abandon" (14) fue publicado poco antes de casarse, "The Echo Of Pleasure" ha sido compuesto en los primeros meses de su paternidad. Nos encontramos, por tanto, ante el disco más radiante y feliz del grupo hasta la fecha. Sí, por el camino se ha perdido el nervio y el ímpetu de antaño, pero a cambio el sonido es más sólido y compacto, a ratos envolvente. Como en la inicial "My Only", con esos teclados perfectamente empastados en la voz de la chica (Jean Goma, de A Sunny Day In Glasgow). Después, en el primer single "When I Dance With You", Berman coquetea con el synth-pop, con un riff de sintetizador que te atrapa, y unos coros (los de Goma) increíbles. También resulta incontestable el estribillo de "The Echo Of Pleasure", y Goma vuelve a ganarnos en la deliciosa "So True". No es un disco perfecto, pero sí de notable alto. Sobre todo teniendo en cuenta que el propio Berman no estaba muy seguro de si publicarlo o no. Y aunque es cierto que los discos de madurez o de sentar la cabeza pueden ser bastante aburridos, "The Echo Of Pleasure" no lo es.
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