Una gira de reunión fue el principio de un reencuentro emocionante por lo inesperado del caso y por tener la posibilidad de gozar de una de la formaciones australianas más importantes de la historia del rock. Un doble en directo fue la primera piedra a partir de la que edificar el que podría ser el nuevo hogar de Rose Tattoo, así que, una vez cimentada la posibilidad de volver a ser un grupo de verdad, ha llegado la prueba de fuego, un disco de estudio con canciones grabadas en presente e inéditas hasta la fecha.
A Angry Anderson y compañía les pasa como a AC/DC (en “The Devil Does It Well” la voz es clavada a la de Bon Scott y en el tema titulo el trabajo de guitarras es igualito al de los hermanos Young): en cada nueva entrega lo único que intentan es ser ellos mismos. Sin innovar de forma gratuita o arriesgarse más de lo aconsejable, estos australianos vuelve a cumplir con un buen puñado de dignas canciones (un puñado más bien grande, pues son dieciséis los cortes aquí reunidos) que se extienden hasta casi una hora de duración, con algunos momentos tan vibrantes como los de “No Mercy”, “Satan´s Eyes” o “Living Outside My Means”.
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