La inteligencia de los grandes artistas noveles suele verse superada por su frescura, por la inmediatez con la que su música y sus palabras golpean en la mandíbula con fuerza, dejándote magullado, alucinado por la novedad. Todos recordamos algún momento de nuestra vida en el que hemos escuchado una canción que nunca antes habíamos escuchado, ni en boca de quien la entona, ni en boca de otros antes que él. De estos fugaces momentos de creatividad extraordinaria se sostiene una industria que cada vez salta antes de una tendencia a otra, dejando a los lagartos, que se tumban al sol para pensar, kilómetros por detrás de los camaleones, que mudan de estilo con cada nueva acometida.
El caso de pablopablo, que presenta su álbum primero y homónimo, rompe con la regla para confirmarse como excepción. Es, sin duda, un músico inteligente, de casta le viene al galgo, de la casta de los Drexler, de hecho, así que las hechuras son buenas, y es, sin duda, un músico novel, sus intentos, esforzados, están llenos de momentos brillantes, que, paradójicamente, envuelven en exceso las propias canciones, que a veces hay que salir a encontrar demasiado insistentemente, como un personaje de serie de comedia que se impacienta por encontrar al amor de su vida, que desearía que las historias que le cuentan fueran más claras, más evidentes, como es el verano, un momento curioso para lanzar un álbum que más que al calor, remite a la intimidad del frío, a la búsqueda de la melancolía voluntaria, como en las tardes adolescentes volviendo del centro al barrio, sin nada que hacer. Hay algo de este recorrido vital en este primer intento de pablopablo, biográfico y geográfico, ya que repasa explícitamente ciudades y calles donde ha sido feliz o, al menos, que han sido importantes, y lo hace con convicción; busca sabiendo que habrá algo. Por eso es sorprendente, más sabio que impetuoso, más calculador que loco. pablopablo se congracia con la tradición intelectual que hereda más que con la ardiente de su generación, y esto le hace salir más que airoso de su primer álbum.
Letras afiladas aunque no punzantes, pablopablo firma poemas breves y más blancos que rimados. Sin embargo, es más músico que otra cosa. Se ha esforzado por sacar adelante un disco muy bueno y lo ha conseguido. Para empezar sobra.
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