Nuevo asalto de los suecos con más puntos para convertirse en el cruce perfecto entre los extremos opuestos que capitanean Adam Duritz y Robert Smith. Porque que “Meat Is Murder” era un disco de los Smiths lo sabíamos, de lo que no teníamos ni idea es de que los de Adam Olenius (sí, Adam) acabarían rindiéndole tributo con un minitemazo cortavenas que podría haber figurado en tracklist del primer disco de Counting Crows. Emo-pop teñido de americana para todos los públicos (la voz del Adam sueco es tan parecida al de las rastas de Baltimore que podrían intercambiarse y ni siquiera sus fans notarían el cruce de cables) que brilla y alza el vuelo por momentos (desde el despegue, con la quejosamente perfecta y vitalista “Tonight I Have To Leave It” hasta el épico cierre, “Hard Rain”, en plan Sunny Day) pasando por gloriosas encrucijadas (“Impossible” es rizar el rizo y hacerlo bien y “Time Left For Love” podría hacer enrojecer a todo el cancionero de los de Duritz) y por desajustes de optimismo que juega al escondite (a lo “Boys Don’t Cry”, de ahí el supuesto Smith, en, por ejemplo, “Your Parents Living Room”). Tipos tristes bajo la lluvia y zapatos encharcados, uno de esos discos que más que discos parecen amigos de toda la vida.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.