Stampede

Espero que se me perdone si soy tan directo, pero a Orville Peck se le ve mucho el plumero. Y digo esto porque resulta muy evidente que, tras llamar la atención de los medios con sus dos primeros discos, ha querido ascender al Olimpo del mainstream por la vía rápida. Y lo intenta con el típico álbum de duetos estratosféricos y algunas versiones tan conocidas como innecesarias, a las que cabe añadir una producción muy blandita, en la que su voz de barítono a lo Elvis queda en primer plano y todo suena con esa capa de falso níquel ideal para las emisoras del medio oeste americano.

Así se muestra “Stampede”. Tan inofensivo como intencionado. Con figuras del relieve de Willie Nelson, Elton John, Kylie Minogue, Beck, Teddy Swims o Allison Russell y otras no tan conocidas aunque relevantes como Margo Price, Debbii Dawson, Nathaniel Rateliff o Noah Cyrus (pese al apellido). Todo un dream- team puesto al servicio del vaquero enmascarado, que le da ese toque picantón queer a un género tan machote como el country, aquí teñido con un barniz pop de lo más rosa.

Pese a todo ello, “Stampede” nos regala buenos momentos, como la tierna balada “Back At You Door” en la que la voz de Orville empasta a la perfección con la de Debbii Dawson, o con la explícita y divertida “You're an asshole, I can't stand you and I want a divorce” junto a la gran Margo Price. Más directo imposible. También sabe tocar la fibra con la melosa “How Far Will We Take It?’ junto a Noah Cyrus y con la almibarada “Ever You’re Gone” con Teddy Swims. Pero luego llega uno al capítulo de las versiones que no aportan nada y la cosa empieza a patinar. Me refiero a su dueto junto a Eltom John o a la re-lectura de ese clásico entre los clásicos que es "Rhinestone Cowboy". Cabe decir que la cosa mejora un poco con la revitalización del “Papa Was a Rodeo” de The Magnetic Fields. Para redondear el azucarado pastel también se producen un par de innecesarias salidas de tono, como cuando realiza un insufrible acercamiento al pop latino en “Miénteme” o a la música dance junto a Kylie Minogue y Diplo. Cagada pastoreta.

Orville Peck juega de forma inteligente sus cartas y afianza su enmascarado estatus en el universo country más heterodoxo, aunque la vía elegida, sea tan previsible como facilona. Así que cabe pedirle mucho más si quiere convertirse en el referente al que sin duda aspira.